Los días fueron pasando y la relación entre Miriam y Carlos no tenía pinta de mejorar. Él seguía llamándola de todas las formas posibles menos por su nombre, además de intentar quedar con ella fuera del trabajo y ella seguía contestándole de la manera más borde posible.
- Es que no lo soporto - Dijo Miriam mientras se sentaba con Alma en un sofá de la sala de descanso.
- Se te ha metido entre ceja y ceja. No es mal tío, es bastante majo y divertido. - replicó su amiga.
Miriam puso los ojos en blanco y dijo: - No es majo, es idiota, pero os pone ojitos y se os cae la baba.
- Dale una oportunidad, al fin y al cabo vas a tener que verlo a diario, es mejor llevarse bien.- le recomendó Alma.
- Lo que voy a darle es un guantazo como vuelva a cambiarme el nombre.- sentenció la doctora. Las dos amigas se echaron a reír tras el comentario.
Alma fue la primera amiga que Miriam tuvo en Madrid, la conocía mejor que nadie y sabía perfectamente que a su amiga no le gustaba tener a nadie en el punto de mira, pero también sabía que a cabezota no le ganaba nadie y si había decidido no soportar a Carlos no habría forma de hacerla cambiar de opinión.
Por su parte, Miriam pensó que quizás su amiga tenía razón, todo el mundo hablaba bien del nuevo, igual era solo cosa suya... No, no era cosa suya, ese tío es un imbécil insoportable.
En ese instante entró Carlos acompañado de Víctor, uno de los celadores del hospital. Al ver a las chicas ambos fueron a sentarse junto a ellas, para desesperación de Miriam.
Carlos no entendía porque le caía tan mal a Miriam. Es verdad que, a veces, la llamaba por otro nombre, al principio lo hacía sin querer, era un desastre para los nombres pero ahora lo hacía porque se divertía viendo como ella se mordía el labio cada vez que la llamaba de otra forma. Le caía bien esa chica, aunque fuera una borde con el. Porque solo era con el, Carlos la había visto relacionarse con los demás compañeros y con los pacientes y sabía que era una chica muy amable, tenía que intentar cambiar la imagen que tenía de él.
- Esta noche al salir vamos al local ese nuevo que han abierto en la calle de atrás, ¿Os apuntáis? - Dijo Víctor sacando a Carlos de sus pensamientos.
- ¿Quiénes vais? - preguntó Alma.
- Nosotros dos, Eva, Vicente y Rosa, Óscar se lo está pensando. - Contestó el celador.
- Ah pues sí, contad con nosotras.- dijo Alma.
- Cuenta con ella, yo tengo cosas que hacer. - respondió Miriam cortante.
Alma se quedó mirando a su amiga, sabía que mentía, habían estado hablando antes y su plan para esa noche era comprar una hamburguesa en el McDonald's y ponerse alguna película, pero para no entrar en discusiones lo dejó estar.
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¡Sigue soñando!
RomanceMiriam es una chica normal, de estatura más bien baja, morena, pelo largo, ojos marrones, divertida, simpática y, cuando quiere y la ocasión lo requiere, un poco borde. Miriam es médico y trabaja en Madrid, se lleva bien con la gran mayoría de sus c...