9. Flores

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Durante los días siguientes, Miriam, estuvo recibiendo ramos de flores en el hospital. Todos ellos acompañados de notas firmadas por Eddie T. A la doctora dejó de hacerle gracia el segundo día que las recibió, no quería nada con aquel hombre y no quería tampoco recibir regalos en su lugar de trabajo.

El jueves, cuando entró al hospital sintió alivio al no ver un ramo en el mostrador de recepción pero su alegría se fue al garete cuando Milagros le dijo que tenia un regalo en la sala de descanso. Resignada, Miriam, se encaminó hacia allí, y, efectivamente, por quinto día consecutivo había recibido un enorme ramo de rosas rojas pero esta vez venía acompañado de un osito de peluche que agarraba un corazón. 

Miriam se acercó y cogió la tarjeta para leerla - "En mis sueños eres real, en la realidad eres el mejor de mis sueños" Eddie T. - acababa de terminar de leer cuando la puerta se abrió.

- Miriam dile a tu novio que te mande los regalos a casa, el hospital no es un almacén de recogida. - Quien acababa de entrar era Alberto, su jefe, y a éste lo seguía Carlos quien puso los ojos en blanco y entró a ponerse un café.

- Lo siento Alberto, no es mi novio, es un paciente al que atendí el sábado pasado. Yo no quiero recibir estas cosas. - dijo Miriam un poco acelerada.

- Intenta entonces ponerte en contacto con el y que deje de hacerlo. - dijo antes de salir por donde había entrado segundos antes.

- La doctora rompecorazones, que bonito ¿no? y todo esto en el mes del amor. Podrías darle una oportunidad al chaval, parece de los pocos que no han salido corriendo al conocerte. - comentó Carlos con cierta malicia. 

Miriam pensó en contestarle pero no le apetecía nada entrar en guerra con ese imbécil. Así que cogió el ramo y el peluche y los tiró a la papelera para acto seguido salir de la sala dando un portazo. 

Carlos se quedó pensativo mirando aquellos regalos, la verdad era que aquel tipo ya se estaba pasando. Sabía por Víctor que el paciente había intentado ligar con ella mientras lo atendía y que Miriam le había dejado claro que no quería nada con el. No se fiaba nada de ese tipo aunque, evidentemente, esto no se lo iba a decir a ella.


Al día siguiente Miriam recibió una caja de bombones y un nuevo ramo de rosas. No sabía como parar aquello así que Lucas, de administración se encargó de hacer llegar un mensaje al inglés a nombre del hospital instándole a que dejara de enviar cosas al hospital si no quería recibir noticias de los abogados. Y funcionó, durante los siguientes días no volvió a recibir nada.

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