El 14 de febrero por la mañana Miriam estaba en su casa limpiando a fondo la cocina cuando sonó el telefonillo.
- ¿Miriam Flores? le traigo una entrega.
Miriam abrió el portal y esperó a que el mensajero llamase a la puerta para abrir. Le pareció que tardaba demasiado cuando oyó sonar el timbre de su puerta y al abrir, Miriam, se quedó sin palabras. Tenia delante de ella a un mensajero con una caja de sus bombones preferidos en las manos pero además en el suelo había un oso de peluche enorme y 4 ramos enormes de rosas blancas, amarillas, negras y rojas.
- Disculpe la tardanza, subir todo esto uno solo no es fácil. - se excusó el mensajero.
- ¿Se puede saber que es todo esto? - dijo Miriam sin poder dejar de abrir los ojos como platos. - ¿Quién lo envía?.
- No lo se señorita, pero ese ramo de ahí lleva una tarjeta ¿puede firmarme aquí?
Miriam ignoró el bolígrafo que el mensajero le entregaba y fue directa a la nota que había en el ramo. -"Ninguna de estas rosas es tan hermosa como tú. Feliz San Valentín. Eddie T." - Miriam se quedó sin habla, aquel tipo había averiguado donde vivía. Miriam cogió su móvil e hizo fotos de todo aquello.
- No voy a firmar nada, devuélvalo a donde sea, no quiero nada de esto.- y dicho esto le cerró la puerta en las narices al mensajero que se quedó muy sorprendido.
Se fue directa al salón y se dejó caer en el sofá. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Ese tío sabía donde vivía. Miriam nunca había sido miedosa pero aquello le puso los pelos de punta.
- Puto San Valentín.
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¡Sigue soñando!
RomanceMiriam es una chica normal, de estatura más bien baja, morena, pelo largo, ojos marrones, divertida, simpática y, cuando quiere y la ocasión lo requiere, un poco borde. Miriam es médico y trabaja en Madrid, se lleva bien con la gran mayoría de sus c...