Día 3.
Querido amigo:
Han pasado exactamente seis días, ciento cuarenta y cuatro horas, ocho mil seiscientos cuarenta minutos y quinientos dieciocho mil cuatrocientos segundos desde la última vez que te escribí, seguramente te habrás preguntado por qué dejé de enviar cartas, ojala tuviera una respuesta a eso.
No me he sentido bien, pero claro, yo nunca me siento bien, hoy te escribo porque estaba entrando en una crisis de ansiedad y no quería hacer nada estúpido como todo lo que he hecho con mi miserable vida.
Las crisis, aunque me gustaría decir que dejé de tenerlas un tiempo, han vuelto, la sensación de estar en un constante abismo me está matando. Puedo sentir como mi cuerpo se siente atorado en un remolino de ansiedad, nerviosismo, miedo, angustia, soledad, enojo, tristeza, son tantas cosas que por más de que trato explicarlo no puedo. No sé qué me pasa, no sé qué decir, no debería de contarte mis problemas, pero me han dicho que eres el único a quién puedo contarle como me siento y que no me criticaría, quería esperar más tiempo, unos meses tal vez para comenzar a contarte de mí, pero dadas las circunstancias no puedo seguir esperando.
Me ha ido "bien" en la escuela, me siento todos los días, a todas horas tan ansiosa y nerviosa, mis manos tiemblan cual terremoto ¿Compararlo con eso es absurdo? A cada momento estoy mordiendo mi lengua tratando de parar esta sensación que por más de qué trato no me deja. Mis ojos se sienten irritados, mi corazón acelerado siempre está, y yo, está de más decir que siento que me voy a ahogar, quisiera pedir ayuda, pero no sé cómo hacerlo, no quiero dar más problemas, hace unos años pasé por esto mismo, quisiera decir que me curé por completo de éstos síntomas, pero te estaría mintiendo, aunque trato de controlarme, mi fuerza de voluntad no es tan grande, antes no lo era, y ahora tampoco lo es. Ahora soy cuatro años mayor de lo que era antes, pero la sensación sigue siendo la misma, quizás con más intensidad que antes.
Me siento de una forma tan mediocre al escribir esto, pero de verdad que no sé cómo tranquilizarme, quisiera con todas mis fuerzas estar bien, pero no sé si eso a estas alturas sea posible, me siento tan frustrada, enojada, con un maldito nudo en la garganta, con asco de mí y de todo. Lamento si he cambiado el curso de las cartas de esta forma tan drástica, pero es así justo como pasa con mis emociones, en un momento me siento tranquila y al otro ya estoy tan mal que sólo quisiera, ya no sé qué es lo que quisiera.
Ya no quiero ir a la escuela, todo me molesta, me molesta tener que pasar tiempo con los imbéciles de mis compañeros, los estoy aborreciendo a todos, aborrezco a todo el mundo, no me gusta tener estos sentimientos, me siento como antes, y me asusta, porque me volví de esta forma, me siento incapacitada para ser feliz ¿Qué es la felicidad? ¿Tú la sientes? ¿Has conocido a alguien qué la sienta? ¿O qué mínimo sepa cómo se ve?
Todo el tiempo estoy de mal humor, pensando en cómo sería si ya no tuviera que hacer nada de lo que me molesta hacer. Sólo quiero dormir, no quiero ver a nadie, no quiero hacer nada con nadie, sólo quiero estar allí sin sentir, sin pensar, sin vivir.
No estoy diciendo que quiera suicidarme, aunque debo confesar que esa tentadora idea ha pasado tantas veces por mi cabeza... Que no me molestaría en lo más mínimo si de la nada muero, podría morir al resbalar por el suelo mojado de cualquier lugar, o arrollada por un auto, uno de los millones de autos que hay en el mundo, o simplemente quedarme en donde mis sueños siempre están.
Creo que el sentirme mal se está saliendo de control, de verdad, me siento terrible, quisiera gritar, llorar, vomitar, infinidad de cosas, no sé cómo pararlo. No tengo ni el más mínimo interés en hacer los deberes de la escuela, ni en comer, o en dormir, aunque lo dijera antes, no quiero hacer nada, sólo quiero un descanso, uno más largo que el periodo vacacional del semestre anterior.
Se suponía que esta carta no debía tomar este curso, pero se me ha salido de control. Me estoy odiando tanto, no tiene lógica lo que escribo ¿Verdad? Ya sé últimamente nada de lo que escribo me satisface, cada vez tengo peor ortografía, lo terrible de esto es que no me importa en lo más mínimo, justo ahora siento mis ojos tan irritados, puedo sentir como mis pies están temblando, al igual que mis manos, mi cara y el resto de mi cuerpo. Veo manchas blancas en todos lados, eso proviene de mis ojos.
Creo que debería ir a intentar tranquilizarme, no quiero que mi madre se dé cuenta, pensaría que es una idiotez, justo como siempre lo ha pensado. Y no quiero más problemas con ella, se supone todo está de "maravilla" aunque si te soy sincera, todo es una mierda.
Hasta pronto...
Tú siempre amiga... La Srta. Elfen Goldsmith
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Cartas que nunca leerás
Teen FictionInexistente. • Para cuando leas ésto habrán pasado horas, tal vez días, inclusive años, o quizá, nunca leas ésto. • •Así como mis cartas desparecían por horas, días, e inclusive meses, él también lo hacía, y así, en la distancia, yo lo quería.• •De...