Cartas que nunca leerás

Día 17.

Día 17.

Querido amigo:

dijo, "El verdadero amigo es el que te quiere tal y como eres, te defiende, te dice las cosas por tu bien y lo daría todo por ti"

Querido amigo, hoy jueves 9 de junio, son las diecinueve horas con treinta y nueve minutos y treinta y dos segundos, como seguramente ya habrás notado, no es mi horario normal, bueno, no con el que suelo escribirte, de hecho aún es muy temprano, pero justo hoy estaba pensando en ti, y en todas esas noches largas y frías en las que pasábamos conversando, tal vez no nos veíamos a los ojos, ni oíamos nuestra voz, pero sé que donde quiera que estés y a la hora que sea tú, me escuchas, a través de mis palabras puedes oírme y eso me emociona muchísimo, no necesitamos vernos para estar cerca el uno del otro.

Me han pasado cosas raras estos últimos días, por ejemplo, me he sentido mal, no es diario y tampoco me dura mucho ese malestar, estando mal, me siento bien, y eso me hace sentir conforme con lo que hago.

Estoy pasando por un punto intermedio, no soy feliz, pero creo que tampoco soy infeliz, estoy por acabar mi último semestre en mi actual escuela, sé que después de esto, muchas cosas nuevas y diferentes llegan, porque podrían ser nuevas pero similares, gracias al cielo esto no es así, toda mi vida está por cambiar, y eso me hace sentir sumamente nerviosa, estoy por pasar por una nueva etapa, una de maduración y plenitud, creo que estoy cambiando, aunque no te voy a negar que sigo luchando contra la depresión que aún ahora, después de tantos años aún me persigue, muchas veces sigo sintiéndome mal, sigo odiándome, todas las noches tengo pesadillas, aún tengo recuerdos sobre esa noche. Pero no me dejaré caer, soy más fuerte que esto, más fuerte que todo, quiero ser mejor, quiero y voy a ser un ejemplo para otros, un ejemplo de que se puede salir adelante, no importa que tan dura sea la vida, o el mundo que te rodea, se puede contra todo.

Ya sé que aún no he terminado de contarte lo de mi pasado, pero quisiera esperar un poco más, yo sé que tal vez te intriga ese tema, pero no hay nada de qué preocuparse, al final de cuentas tenemos todo el tiempo del mundo.

Justo ahora me encuentro como siempre en el sofá con mi ropa para dormir, no, no es pijama, aunque utilizándola para dormir podría adquirir ese término. Llevo puesto un crop-top en color rosa, y unos pants ajustados con estampado estilo étnico, con colores en rosa y gris, unos tenis rosa fucsia y sin tines, aunque si me pusiera los usaría al revés, suena gracioso ya que los elijo por el estampado, pero los uso al revés. Oh, por cierto, a veces olvido que posiblemente seas de otro lugar a miles de kilómetro de aquí y te escribo con términos coloquiales como los de mi país. Los tines aquí son como las medias en otros países, o como calcetas pero cortas, sólo te cubren hasta el tobillo. En éste momento escucho una pieza de violín, me hace sentir súper nostálgica pero a la vez, relajada y en perfecto estado para escribirte, para ser honesta no sé quién es el autor de ésta melodiosa pieza, la tengo almacenada como "Sad violín" y la guardé porque un amigo, me atreveré a llamarlo así, me la envió en uno de esos días en los que pasamos horas conversando, éste "amigo" tampoco es de mi país, ni es semejante a alguno de mis otros conocidos, él es realmente diferente y con diferente no me refiero a raro, ni nada por el estilo, él realmente es único, lógicamente no es mejor que tú, tú siempre serás el más especial, pero debo confesarte que de todos mis conocidos o "amigos" es el único con el que puedo ser yo, aparte de ti, no me compadece ni nada parecido, por el contrario siempre me hace bromas, nunca con el afán de herirme, me encantaría poder describirte su impactante personalidad y su físico, pero por el momento no será así. No quisiera ilusionarme con una nueva amistad y que todo sea como siempre, pasajero.

Quisiera mencionarte que estoy trabajando en un libro, se titula <<Érase un vez..>> Aún no lo he retocado, pero espero pronto poder enviarte enlaces para que puedas leerlo, seguramente entenderás de que trata, lo sé porque en mis cartas te narro gran parte de la trama de éste libro.

Creo que por hoy es todo, créeme a nadie le hace más ilusión que a mí que el enviarte cartas más seguido pero espero comprendas que todo lo que hago lo hago con amor, única y exclusivamente para ti. Por eso me atreveré a pedirte que seas paciente y no dejes ni por un instante de leer mis cartas que con tanto anhelo escribo para ti.

Hoy me espera otra noche más de insomnio, espero poder tener la fuerza suficiente para soportar más noches así, a veces siento que no puedo más y me aterra la idea del colapso, aunque desee ser fuerte no siempre se puede, a veces no sólo se necesita fuerza de voluntad, sino también ayuda extra, y yo, ya no quiero ese tipo de ayuda, temo por mí, me temo a mí misma. No quisiera recaer en esas crisis, aunque ahora me dan, pero ya no con la misma intensidad.

Hasta pronto.

Tu siempre amiga... La Srta. Elfen Goldsmith