Día 14.

489 19 2
                                    


Día 14.

Querido amigo:

"Las ideologías nos separan, los sueños y la angustia nos unen"
(Eugène Ionesco)

Hoy es 12 de noviembre, el año es irrelevante, pero los acontecimientos no lo son, no había tenido tiempo de escribirte, las cosas no han ido bien, desde hace unos meses noté que todo estaba volviendo a su lugar y que las cosas se acomodaban, pero no es así, todo sigue como antes, o inclusive un poco peor, quizás te preguntarás como me ha ido en la escuela, hace mucho tiempo que no te cuento nada sobre eso, tal vez eso me ha generado conflictos, mis calificaciones han bajado mucho, mis ganas de superarme y de ser mejor también, inclusive mi interés por aprender cada día más, se fue.

Ya no soy la misma persona que solía ser hace dos años, aunque creí que ésta etapa estaba casi superada y que los días malos sólo era pasajeros oscuros que pronto se disiparían, pero no es así, todo es sólo fue una pantalla, la única realidad es que sigo igual, sólo vivía en la ignorancia, pero a quién no le gustaría vivir así, la ignorancia casi siempre es dicha, y la dicha es felicidad, aunque la felicidad no siempre sea real.

He notado que casi siempre me disculpo contigo, no sé si eso debería estar bien. Me la vivo lamentándome de todo, como si pidiera perdón por existir.

Discúlpame, no tengo ánimos de hablarte de la escuela. No sé qué contar, no sé de qué hablar.

Siento que me explotará la cabeza, que mi garganta está hecha nudos, y que mi estómago está revuelto. Me siento un poco frustrada y no entiendo la razón del porqué, ojalá estuvieras aquí, ojala pudiese tomar tus cálidas manos y ponerlas sobre as mías, me siento desesperada y ansiosa, siempre es lo mismo, al caer la noche vuelvo a la rutina, vuelvo a ser yo, ya no puedo más, quisiera desaparecer, desvanecerme en el tiempo, dejar que mis pasajeros oscuros me sumerjan y que todo esto termine, desearía poder ya no sentir, aunque eso a menudo pasa, y no sé qué es peor, no sentir o sólo sentir tristeza.

No te lo había contado, pero mi tutora me canalizó con una psicóloga por lo de mis bajas calificaciones, al principio sólo era algo sin importancia, ya sabes, sólo debía ir y contarle porque había bajado tan drásticamente, ya tenía todo el discurso planificado, sólo era cuestión de mantener la calma y decirlo lo más serena posible, pero no pude hacerlo, llegando ahí me derrumbé, ya hace un buen tiempo que he querido regresar a mis terapias, pero no había tenido la posibilidad de hacerlo, y por una magnifica razón se pudo, al pisar la entrada me he sentido un poco asustada, ya sabes, regresar a eso debió haber sido, al menos para mí, un gran paso. Es como si todo por lo que padecí volviera, pero de diferente forma.

Yo le hablé de mi padre, le hablé sobre mi infancia, sobre ti, y sobre mis amigas, de ellas a ti aún no te he podido contar, espero que pronto lleguemos hasta ese punto, a pesar de haber sido sólo dos horas o un poco más, siento que avancé mucho, no planeaba hacerlo, pero después de meditarlo lo suficiente, lo enfrenté.

Le dije sobre Amairani, sobre muchas cosas, ya pronto todo eso lo sabrás tú, pues a ella no se lo he contado todo, no lo he dicho a grandes rasgos como a ti.

A ti te lo cuento a detalles, revivo el momento, los olores, los colores y sobre todo los sentimientos sólo para poder transmitirte todo, espero que con mis palabras haya hecho un buen trabajo y que al menos sintieras un poco de lo mucho que siento.

Desearía poder escribirte con más frecuencia, pero cada día es una tortura, es un constante abismo, me siento perdida y sin salida, las cartas, por lo que imagino que ya notaste, no tiene una secuencia, no las escribo cada cierto tiempo, no son cada día, ni cada semana, tampoco cada mes, a veces pasan más de cuarenta días sin que tengas noticias de mí.

Es mejor así, espero que vivas tu vida normal, sin la esperanza de que enviaré una carta, no puedo prometerte eso. No me gustaría saber que vives con la idea de que llegará algo para ti.

Por hoy es todo, querido amigo, cuídate mucho.

Hasta pronto.

Tu siempre amiga... La Srta. Elfen Goldsmith


Cartas que nunca leerásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora