La Posada | ALBALIA

15. Mis Cicatrices

Miércoles, enero del 2020. (Octavo día)

Terminaron y Carlos y María se retiraron al backstage, dejando a Miki y a Natalia en el escenario.

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—Pues nos quedamos solos —dijo Natalia cogiendo el micrófono y riendo— Bueno, aquí el de ricitos —le dijo revolviéndoselos— y yo os vamos a cantar un temazo, no es bailable —puso un puchero—. Lo siento gente —encogió los hombros—. Pero seguro que os encanta —le pasó el micro a Miki.
—Ehm... —dijo al ver que le daba el micrófono— Supongo que mi querida Nati tiene razón —La colleja que se llevó fue bastante grande. El de Barcelona se llevó una mano a la zona dañada y sonrió— ¿Empiezas? —la preguntó para que empezase con el ritmo— Genial —Movía la cabeza al son de los diferentes instrumentos de percusión que había —. Esto es: "Sin Tu Piel - Nil Moliner".

Era una marcha caribeña, de estas que cuando las escuchas, te apetece bailar. El ritmo pegaba un montón con aquel par de personas tan complementarias entre sí. Al final, Natalia había engañado a todo el mundo para que fuese algo inesperado.

—Dime por qué estás aquí,
no me vas a convencer,
ya son muchos años que he vivido sin tocar tu piel —cantó Miki acompañándose también con la guitarra.
—Y ahora déjame bailar, estoy de fiesta en este bar,
no me cuentes más porque no te voy a escuchar —prosiguió Natalia.

Todas las personas ya se habían levantado para empezar a bailar al son y Alba y su hermana no se iban a quedar quietas. Natalia desde su sitio las miraba y sonrió; saber que ella, bueno, más bien la música, las hacía estar así la alegraba.

—Bajo, bajo, pa' la Tierra,
a enviarte hacia el nunca jamás.
Loco, loco, a tu lado,
sé que me mientes al mirar... —cantaron a dúo.

El ambiente era el más fiestero que se podía. Todo el mundo con mucho ánimo y con mucha ilusión; no se esperaban para nada que fuese así el concierto.

Cuando terminaron, Carlos y María volvieron a subir. Iba a ser muy difícil superar la actuación anterior, pero lo tenían todo preparado, había que seguir en ese hilo y no iban a dejar que todo se chafase.

—¿Os ha gustado la actuación de mis amics? —preguntó María cogiendo el micro que le correspondía. La gente vitoreó en señal de diversión y la rubia de pelo largo rió— Bien, pues ahora, viene otra más actual... ¡¡¡Reggae!!! —gritó—. Y como ya sabéis, para que sea una buena experiencia, necesito, dueñas de este querido hotel —miró a las hermanas— un poquito de luces de discooo.

Todo el mundo rió y en un abrir y cerrar de ojos, las luces se encendieron dejando la pista con diferentes colores y tipos de luces.

—Gracias guapas —las guiñó un ojo— y ahora, demos paso a la mejor canción de todos los tiempo; "Tusa" - Karol G.

Los violines tan característicos del principio empezaron a sonar en los altavoces conectados a la caja de sonidos. Obviamente todo el mundo se sabía esa canción, había sido un hit que perduraría por mucho tiempo en la cabeza de María.

—Ya no tiene excusa...
Hoy salió con su amiga,
dizque pa' matar la tusa...

Aunque el micrófono lo tuviese la de Madrid, parecía que era el público el que estaba arriba en el escenario cantándola.

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La noche estaba siendo fantástica, la gente disfrutaba como nunca lo habían hecho antes. Era el turno de Natalia y de su solo. Nadie sabía qué iba a cantar, el público se había llevado una grata sorpresa al ver que había canciones originales muy buenas.