Jueves, enero del 2020. (Noveno día)
—La última que pasó fue una trampa mortal,
pero desde entonces es mi memoria la que intenta recordar...
Éramos fuego y papel, difíciles de quemar,
que no entendíamos que era el tiempo el que diría la verdad...Cuando escuchó su voz, Marina se trasladó al que fue, quizá, su mejor año, 2017. Y aunque fue el año donde lo dejaron casi al comenzar las vacaciones de verano, fue cuando se dieron cuenta de todo lo que había detrás de una relación.
Antes la canción no tenía mucho sentido cuando la escribió, pero ahora que todo eso era pasado, sí tenía más importancia.Tres años en Ámsterdam daban para mucho. Después de haber estudiado los dos másteres y sacarlos, había decidido quedarse unos meses para disfrutar de la ciudad sin el estrés de estudiar. Encontró un trabajo en un bar para cantar un par de días a la semana por la noche y alguna mañana servía en la barra de ese mismo lugar. Y allí claro que conoció a personas que iban a permanecer en su vida durante el tiempo que pudiesen, pero ninguno había dejado una huella tan grande como la menor de las Reche. Un día cualquiera, Xavi le llamó mientras servía un tercio.
—Fito —le nombró por si no era él.
—Dime Xavi —dijo mientras miraba a su compañero para pedirle el permiso de retirarse durante un momento, éste asintió y salió del bar.
—¿Qué tal te va? —le preguntó para allanar un poco el terreno.
—Bien, justo me has pillado trabajando —No era ningún reproche, solo lo dijo como dato.
—Si quieres te llamo después.«Que diga que no por favor» pensó rezando en que respondiese lo mismo.
—No, no, dime, ¿qué pasa? —Fito ya se estaba empezando a impacientar y por ello no quería que su hermano colgase y le dejase con la intriga.
—Ehm... Creo que es hora de volver a casa.
—¿A casa? ¿A Madrid?Fito alquiló un pequeño estudio donde dormía y componía cuando volvía a España por vacaciones así que hasta la fecha, esa era su residencia en la península Ibérica.
—No, a Galicia —le dijo serio.
—¿Ha pasado algo?
—No, pero sé que tienes la oportunidad de tu vida.
—¿Oportunidad? —se preguntó extrañado ya que él creía que allí no había muchas.
—El hotel "La Posada" celebrará un concierto el 8, podrías cantar de improviso.
—Tú estás mal Xavi —le dijo mientras pensaba que era un idea muy loca— ¿Cómo me voy a presentar allí sin avisar? ¿Qué diría Marina?
—Marina no lo tiene por qué saber. Se lo puedo decir a su hermana.
—Ni de coña Xavi. Te tengo que dejar —dijo para cortar la conversación que se estaba trasladando a zonas no deseadas.
—Tú piénsatelo y me dices.Colgó y suspiró. Se había imaginado muchas veces su vuelta a España, pero en ella no estaba la idea de presentarse directamente en A Coruña y mucho menos hablar con Marina. Pero quizá, con la excusa del concierto se animaba.
Y así fue, ya a punto de que fuese el día siguiente, estaba allí, cantándola esa canción que tanto había echado en falta.
Las miradas no faltaban y en ellas se hablaban cosas que por algún motivo, no se podían exponer con sonidos. Alba les miraba asombrada de la capacidad de la pareja en cuanto a la comunicación.«¿Se nos notará eso también?» pensó aquello y también en Natalia.
Su actuación terminó y después de un par de canciones más del grupo, el concierto terminó. La iluminación se atenuó. Mientras las hermanas recogían los vasos y las bebidas de las mesas, pudieron oír halagos por parte del público restante.
—Madre mía qué crush tengo en la morena —dijo una chica mientras se ponía el abrigo— ¿Crees que le gustan las chicas? —le preguntó a su compañero.
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La Posada | ALBALIA
RandomLa Posada es un hotel rural, cerca del Océano Atlántico, ubicado en A Coruña, dirigido por la familia Martínez-Reche. Alba es una chica insegura de las relaciones y centrada en sus estudios. En su vida no hay cabida para distracciones de cualquier t...