9

32 7 0
                                    

Gilbert

Mi tarde había cambiado de un momento a otro, cuando dos horas antes tenía a mi hermana frente a mi, ahora tenía a Álvaro un tanto nervioso hablandome.

-¿Y que te pareció?-dirigió su mirada hacia mi mientras pasaba una de su manos por uno de sus rizos acomodándolo.

-Pienso que has mejorado bastante tu forma de expresarte, pero aún noto un poco de tensión en tu mandibula, no dejas de poner fuerza sobre esta, además de que de vez en cuando miras hacia abajo-dije al mismo tiempo de que entrelacé mis manos.

-Hemos estado aquí durante un buen tiempo y aún no me sale perfecto-soltó un suspiro intentando calmar su frustración.

-A ver Álvaro, esto es algo que has tenido desde siempre, no va a ser tan fácil. Solo relajate,si?-el más bajo solo asintió.

-Ven aquí, todo estará bien-no lo pensó tanto y se acerco, lo atraje hacia mi en un abrazo y con un poco de fuerza se aferro a mi espalda mientras yo acariciaba su cabello.

Todo en ese chico me producía tanta curiosidad, porque ese pánico a hablar en publico que tenía no era normal y quería saber más.

-¿Me quieres contar por qué te da tanto pánico?-pregunté mientras sentía como poco a poco se alejaba.

-En mi vida han pasado tantas cosas, y siento que por cada una de estas me volví cada vez más penoso e inseguro, y el solo pensar que todos los chicos del salón se centran en mi durante unos minutos, me aterra-bajó la mirada mientras escuche como salía de él un sollozo.

-Álvaro, ahora me tienes a mí, no dejaré que te hagan daño. Siento tanto que las cosas no hayan sido buenas para ti, por eso quiero mejorar un poco tu vida-dije mientras levantaba su mentón y limpiaba la lagrima que yacia por su rostro.

Cuando vi sus ojos note algo, y al examinarlo pude saber que era, tristeza. Al bajar a su rostro vi como sus labios formaban una media sonrisa, debo decir que el verlo así me producía tanta impotencia, porque él estaba pasando por algo que yo aún no sabía, pero intente transmitirle confianza. 

Al cabo de un rato, estábamos en el comedor comiendo la pizza que había hecho junto con Veronica. Ella insistió tanto en ver una película infantil, así que eso fue lo que vimos, y a Álvaro no le causaba ningún problema; al terminar, el chico rizado se dirigió hacia la puerta y mientras sostenía la perilla musito un:

-Que tengan una linda noche, nos vemos mañana en la escuela, G.

Toda la tarde fue un tanto agradable y desconcertante a la vez, las palabras de Álvaro hacían eco en mi cabeza y aún no las podía descifrar. Muchas cosas venían a mi, pero algunas no tenían sentido y definitivamente las descarte, lo mejor que pude hacer fue ducharme y hacer mi tarea para ya no pensar en eso.

Escuela. 11:30 AM

Las clases definitivamente estuvieron aburridas, lo que siempre hago cuando pasa eso es mirar hacia la ventana que esta junto a mi asiento y veo a los chicos de Basquetbol entrenar o escribo cosas al azar en mi cuaderno.

Estaba terminando de dibujar un corazón mal hecho cuando sonó el timbre indicando que era tiempo del receso, así que tome mis libros de la banca y los metí en la mochila mientras salía del salón. Fui hacia el comedor y no vi a Alejandra, por lo que me dirigí hacia una maquina expendedora y tome un par de papas, mientras las abría sentí unos brazos rodeándome y vi hacia abajo para encontrarme a una chica abrazandome con el cabello un poco alborotado, sabiendo de quien se trataba también le correspondí. 

-¡Estoy muy feliz!-exclamo aquella chica bajita mientras se separaba de mi dando un par de saltitos.

-A ver, cuéntame-respondí mientras me sentaba en una banca cerca.

-Recibí una llamada de mis padres diciendo que iríamos a la playa, y me dijo que podía invitar a alguien-respondió con cierto brillo en sus ojos.

-Wow, ¡eso está muy bien! Y ¿A quién invitarás?- pregunté mientras miraba a todos lados buscando a Álvaro, ya que no lo había visto en la clase de inglés.

-¡Pues a ti, tonto! ¿A quién más?

-¿Enserio? Pues no sé, solo quería asegurarme.

-¿Irías? Es este fin de semana-preguntó mientras me miraba y hacía un puchero.

-Sabes que tengo que preguntar, pero yo creo que si- le dije mientras dejaba un beso sobre su frente.

-¡Excelente! ¿ Y qué es lo que buscas desde que vine? Estás más distraido de lo normal.

-Pues, busco a Álvaro, ayer nos vimos y me dijo que si vendría hoy, pero en la clase que compartimos no lo vi- respondí mientras alzaba mis cejas y suspiraba.

-Uy pues, la verdad es que yo tampoco lo he visto hoy. Además, como que andas muy preocupado por él, eh- dijo mientras me daba un pequeño golpe en mi abdomen con su codo y alzaba sus cejas.

-A ver, solo me parece extraño que no esté en clases, no es que me guste o algo.

《¿O si?》

-Mhm hare como si te creyera, ven y acompañame a la cancha-se levanto y jaló mi brazo hasta que hizo que me levantara y tomara mi mochila.

Mi nombre entre tus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora