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Gilbert

Tengo que admitir que las cosas en el cumpleaños de mi hermana no salieron como esperaba. Ella contrajo un resfriado dos días antes, y en su cumpleaños todo el día me estuvo estornudando en la cara, por un momento pensé que enfermaría, pero no fue así. A papá se le ocurrió ver películas en mi casa, y compro tantas cosas que al final mi hermana y yo vomitamos al siguiente día.

Mi mamá no se había molestado en hablarle a mi hermana por su cumpleaños, por ello estuvo llorando casi medio día en su cuarto, pero en un momento la llamé desde la sala y cuando bajó vió que había puesto su película favorita: "Titanic". Ese tipo de películas jamás me han gustado, pero siempre me ha encantado ver feliz a mi hermana, aunque al final terminó llorando y hablándole al televisor por la muerte de Jack.

Mi papá para cuando terminó la película ya no estaba en casa, tuvo una emergencia y yo me quedé con ella. Después de mucho tiempo sentí los ojos de mi hermana sobre mí, así que decidí girar y verla, hasta que ella dijo:

-Oye Gilbert,-pronunció algo dudosa-¿te puedo decir algo?-preguntó mientras miraba fijamente mis ojos.

-Claro, dime-contesté mientras trataba de alcanzar el control remoto para bajar el volumen-.

Ella se quedó pensando y me abrazó mientras la escuchaba decir...

-No sabes cuánto te quiero y aprecio que siempre estés a mi lado.

Veronica la mayoría de las veces era muy sentimental, en cambio, yo no, pero ella siempre sacaba mi lado tierno, realmente escuchar eso de mi hermana tenía un gran efecto en mí. Desde siempre había sido la más madura de la familia aun siendo la más pequeña, y no había ni una sola vez que no tuviera una palabra de aliento para mí.

Después de eso, la abracé y nos quedamos un rato ahí hasta que me insistió en ver "La bella y la bestia", debo decir que esta película la toleraba más, pues muchas veces cuando éramos pequeños la veíamos, y en cierto punto ya me gustaba. En cuanto comenzó la película, ella acomodó su cabeza en mis piernas mientras yo le acariciaba su suave cabello, y al cabo de 20 minutos vi que se había quedado dormida, como pude la cargue hasta su cuarto sin despertarla para arroparla-cabe aclarar que cuando ella tenía 14 años no pesaba demasiado, así que no se me dificultaba hacerlo-. Y dejé un beso cálido sobre su frente como cada día solía hacerlo.

Después de eso fui a darme un baño y solo ponerme un boxer-siempre he dormido de esa forma- y me dispuse a ver mi celular mientras solo esperaba a que me diera sueño, y así sucedió, puse mi alarma y cuando estaba apunto de apagar mi celular, apareció una luz blanca en mi celular señalando que había una notificación nueva, y esta era un mensaje de un número desconocido diciendo:

-Adivina quién soy.

Mi nombre entre tus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora