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- Fue genial que tú escuela estuviera tan cerca de la mía, ¿No crees? - preguntó Freddy caminando sobre la acera de un lado a otro, balanceándose él mismo.

Fred iba detrás de él, su rostro no tenía expresión pero estaba feliz. Hace ya un tiempo se había hecho amigo de este chico, era energético y lo hacía cansarse con facilidad.

Pero a pesar de ello le agradaba mucho.

- Desearía estar en tu escuela. - dijo Fred con el mismo ritmo con el siempre seguía a Freddy. Estaban en escuelas distintas, y a veces sus horarios no coincidían, pero siempre encontraban tiempo para estar juntos.

- ¿No te gusta tu escuela, Fred?

- No.

Freddy se detuvo un momento obligando a Fred a hacerlo también; - ¿Porqué no te gusta?

- No tengo amigos. Y sí estuviera en tu escuela podría verte más seguido...

El azabache bajó la cabeza avergonzado, no era muy propio de él hablar de lo que le gustaba o disgustara. De lo que quería u odiaba.
Pero con Freddy podía abrirse un poco más. Él no lo juzgaba nunca.

Freddy sonrió y pasó su brazo por el cuello de su amigo, como un abrazo a medias; - Nos veremos más seguido, y verás. Ahora, posa para mí en ese arbusto, la luz del sol es muy buena.

Fred miro en dirección contraria a Freddy, un arbusto rodeaba una banca y hacía parecer que estaba sentado en las hojas. Llegó hasta él; - ¿Qué hago?

Freddy sacó su cámara y apuntó; - Siéntate y mira hacía la luz pero cierra los ojos.

Fred obedeció.

Y Freddy tomó la foto.

Día uno (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora