foto; veintiocho

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Cuando abrió los ojos y no reconoció el lugar, su corazón se aceleró por un segundo, inmediatamente recordando que había pasado la noche en casa de Fred.

Los besos regresaron disparados de su memoria a corto plazo y por la luz fría que entraba por la ventana podías ver un notorio rubor en su rostro.

Por un segundo pensó que sí bajaba las escaleras encontraría a Fred sin camisa haciendo algo para desayunar, soltó una risilla, encontraba gracioso el pensamiento. Esas cosas solo pasan en las películas, dijo para sí mismo.

Logró sentarse después de un rato de seguir adormilado, arqueó la espalda y se estiró, a lo lejos escuchó una puerta abrirse, quizá Fred llegó o salió, visitas podrían ser también.

Freddy volteó al mueble de noche que estaba junto a la cama y se encontró con una nota: "voy a la tienda, regresaré pronto", decía.

Bajó para ver sí es que había llegado o salido el chico, lo vió sacando cosas de una bolsa reciclada; — ¿Fred?

Este volteó, al ver a Freddy con su propia ropa no pudo evitar sonreír; — Hola, fuí a la tienda, ¿viste mi mensaje?

— Lo hice, justo después de escucharte llegar, acabo de despertar.

Fred soltó otra risa y con una mano le hizo señas para que fuera con él; — ¿Quieres ayudarme a hacer el almuerzo?

Quizá podría haber cambiado un poco de parecer, en realidad, cocinar con Fred sería mejor que haberlo visto cocinando solo y sin camisa.

Día uno (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora