foto; cuarenta y seis

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— Realmente nunca en mi vida había estado tan cansado como ese día. — dijo Fred metiendo la mano por debajo de la camisa de Freddy.

Ambos estaban recostado en la cama de Fred, el aire entraba fresco por la ventana y hacia que las cortinas se movieran de poco a poco.

Freddy tenía todo si cuerpo recto mirando hacia el techo, con una mano extendida que abrazaba por los hombros a Fred, quién a su vez estaba recostado de lado abrazando a Freddy, con una mano debajo de su camisa, acariciando el costado del moreno.

— Me preocupe muchísimo, incluso pensé que podrías estar molesto, aun que no encontraba razón para que l estuvieras conmigo. — respondió Freddy acariciando el cabello de su novio con tranquilidad, cómo si quisiera peinarlo con la mano.

— No sé cómo podré avisarte si me pasa de nuevo, pero te juro que intento dormir más temprano para no dormir tanto de día...

Freddy suspiro fuerte y volteó su cuerpo hacia Fred, para poder abrazarlo mejor, la mano de Fred quedó en la espalda de su novio, dónde comenzó a dibujaron corazones con los dedos.

— No te preocupes. — dijo el castaño plantando suaves besos en el rostro del azabache —, Entiendo que estés cansado, encontraremos la manera de no preocuparme.

— Te amo. — dijo Fred mirando a Freddy como si fuera la última gota de esperanza en un vaso lleno de desesperación.

— Yo te amo más. — respondió el castaño antes de tomarle los labios y besarlos.

Día uno (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora