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Septiembre paso rápido, Octubre llego junto al frío se extendió por los campos  y el castillo. Ambos principes ayudaban a Madame Pomfrey, en la enfermería o hacían varios lotes de poción Pepperup pero tenía un efecto secundario la persona que la tomaba humo salía por sus orejas varias horas. Ginny fue una de las víctimas de esta poción.

Faltaban pocos días para Halloween, Draco estaba nervioso no sabía si Harry seguiría con el, Nico y el rubio habían ideado un plan que le desagradaba totalmente al hijo de Hades para que las sospechas cayeran en Draco en ves de Nico. El rubio estaba en el campo de Quidditch viendo a su pareja jugar, casi anochecia y estaba tormentoso, le gustaba el clima siempre los prefirió que el sol, cuando finalmente terminó la práctica, Harry estaba salpicado de barro, el rubio apareció junto a Harry lanzándole un hechizo de limpieza para después abrazarlo.

—¿Quieres ir a la torre?— pregunto Harry

—Si, lo más probable es que Nico esté ahí, no se despega de Percy ni un segundo— respondió Draco tomando su mano y dirigiéndose al castillo.

—Tu eras igual, así que calla— dijo Harry dandole un pequeño beso —Lo sigues siendo

Draco sonrió, caminaron hasta encontrar a Nick Casi Decapitado, el fantasma de la torre de Gryffindor, miraba por una ventana, murmurando para sí: «No cumplo con las características... Un centímetro... Si eso...», Draco odiaba a esos malditos fantasmas Nico como el los evitaban a toda costa, pero aparecer Harry no.

—Hola, Nick— dijo Harry.

—Hola, mi señor y su conyuge— respondió Nick Casi Decapitado, dando un respingo y mirando alrededor.

—Parece preocupado— mencionó Harry

—¡Bah!— Nick Casi Decapitado hizo un elegante gesto con la mano —un asunto sin importancia... No es que realmente tuviera interés en pertenecer...
aunque lo solicitara, pero por lo visto «no cumplo con las características— A pesar de su tono displicente, tenía amargura en el rostro. —Pero cualquiera pensaría, cualquiera—estalló de repente, volviendo a sacar la carta del bolsillo —que cuarenta y cinco hachazos en el cuello dados con un hacha mal afilada serían suficientes para permitirle a uno pertenecer al Club de Cazadores Sin Cabeza.

—Desde luego— dijo Harry, que se dio cuenta de que el otro esperaba que le diera la razón.

—Por supuesto, nadie tenía más interés que yo en que todo resultase limpio y rápido, y habría preferido que mi cabeza se hubiera desprendido adecuadamente, quiero decir que eso me habría ahorrado mucho dolor y ridículo. Sin embargo...—Nick Casi Decapitado abrió la carta y leyó indignado, Draco resoplo odiaba a esos malditos fantasmas —Sólo nos es posible admitir cazadores cuya cabeza esté separada del correspondiente cuerpo. Comprenderá que, en caso contrario, a los miembros del club les resultaría imposible participar en actividades tales como los Juegos malabares de cabeza sobre el caballo o el Cabeza Polo. Lamentándolo profundamente, por tanto, es mi deber informarle de que usted no cumple con las características requeridas para pertenecer al club. Con mis mejores deseos, Sir Patrick Delaney-Podmore  Indignado

Nick Casi Decapitado volvió a guardar la carta.

—¡Un centímetro de piel y tendón sostiene la cabeza, Harry! La mayoría de la gente pensaría que estoy bastante decapitado, pero no, eso no es suficiente para sir Bien Decapitado-Podmore

La historia de los hermanos D'OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora