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Despues de aquella fecha, Hermione empezó a salir con el grupo, Nico y Draco seguían investigando la profecía pero no encontraban nada, sería volver al Olimpo y no querían arriesgarse a que los dioses los descubrieran. No hubo ningún otro monstruo haciendo que se aburrieron hicieran más bromas que de costumbre. Primero fueron ellos dos entrenado a los gemelos, ya que eran semidioses, y los hijos de Hermes no eran muy conocidos por sus habilidades de lucha. Fueron integrándose alumnos de otras casas y grados, al integrarse los magos dejaron de usar sus poderes como semidioses entrenados en la noche nada más.

En defensa contra las artes oscuras, era Nico el que destacaba más, mientras Draco destacaba más en pociones, por las otras materias iban por igual. En sus cursos extras de Transfiguración, Minerva les estaba enseñando como cambiar a un animado o por lo menos la teoría mientras tenían aquella hoja en la boca. En encantamientos Fillius les estaba enseñando a crear sus propios hechizos. Así pasaron las materias hasta que al llegar de Diciembre los profesores de todas las materias les explicaron sobre su examen de adelanto de curso.

Aparte de su grupo matutino de entrenamiento físico, Draco tenía su propio grupo de pociones, mientras Nico de Defensa contra las artes oscuras. Tenian de otras materias, prácticamente eran grupos de estudio, a pesar de todas sus responsabilidades nunca dejaron de hacer sus bromas o incluso investigar la profecía.

La relación entre Harry y Draco, iba lenta, por las inseguridades del menor, sobre si solo Draco estaba con el por ser su pareja destinada. Draco le demostró a Harry que no era así y fue cuando empezó su misión de enamorarlo. Pequeñas notas y chocolates aparecerían en el desayuno, almuerzo o comida, Draco acompañaría a Harry a su sala común si estuvieron juntos toda la tarde, haciéndolo sonrojar. En los recreos podrías ver a Harry acostado en los brazos de Draco o en sus piernas, mientras el rubio leía algo.

Fue cuando terminaron los exámenes un solo día y regresarían a Estados Unidos. Nico había prometido llevar aquel viejo fantasma a la tierra de los muertos, sus amigos seguían en clase y si bien era cierto Binñs tenía horas libres. Caminaron hacia su ala para luego aparecer afuera de la oficina del fantasma, era hora un lindo viaje al inframundo, sería rápido, solo no le podían prometer al profesor que Caronte seria bueno.

-Pase!- exclamo el fantasma desde adentro.

-No hay vuelta atrás ¿esta seguro?- pregunto Draco después de entrar.

-No podrá volver, no podremos decidir a dónde va- siguio Nico

-Estoy seguro, hay algo que pueda hacer para agradecerles- pregunto Binns

-Hablo sobre una profecía puede decirnos que dice?- pregunto Nico

-Ah, no se muy bien que dice, una gran profeta la declaró, habla sobre la unión de ambos mundos, sobre unos príncipes muertos a un lado de su alma gemela, que regresaran en el tiempo para corregir y finalmente derrotar al mayor enemigo de los tres mundos.

Ambos principes asintieron como un agradecimiento a lo que les había dicho el profesor, lo rodearon para tomar sus manos fantasmales, para aparecer en la entrada del inframundo. Dejaron al profesor Binns junto a los demás fantasma.

-Caronte- saludo Nico y Draco al mismo tiempo.

Al entrar por el inframundo, caminaron mirando con lamento aquellas almas, en las filas de los jueces esperando su jucio. Caminaron por aquel palacio conocido, llegando al pequeño jardín, tenían que pasar por el para llegar a la sala del Trono, se encontraron con Perséfone mirando sus plantas.

-¿Que hacen ustedes dos aquí?- pregunto Perséfone -Pensé que están en clase.

-Un fantasma de la escuela nos pido un favor a cambio de información- respondió Nico

La historia de los hermanos D'OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora