PRÓLOGO

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Me llamo T/N Garmadon, hija de Lord Garmadon y la reencarnación del primer maestro del Spinjitzu, por ser su reencarnación heredé sus poderes no son sólo los 4 que ya conocemos, sino muchos más que sólo 4, eso me hace a mí, una de las maestras elementales más poderosa, ya que no sólo tengo los 4 elementos sino que también tengo poderes oscuros como los de mi padre, muchas personas intentaron arrebatármelos y por eso mi padre, Lord Garmadon, hizo un hechizo de protección para protegerme a mí y a mis poderes, les contaré mi historia...

Yo tenía 12 años cuando descubrí estos poderes, mi hermano Lloyd, solo tenía 3 años, en cuanto mi madre se enteró de mis poderes fue a buscar a mi tío para que me ayudara a controlarlos, en ese entonces mi madre había descubierto la profecía del ninja verde, ella estaba convencida de que yo sería el ninja verde, yo también lo creí, el Sensei Wu me empezó a entrenar, me enseñó a manejar mis poderes, dijo que debía ser fuerte como la piedra y el metal, pero también debía aprender a brillar como la luz, debía sacar el fuego que estaba en mi interior.

Un día cuando volvía a casa después del entrenamiento, vi a mi madre sentada en la cama, Lloyd dormía en su cuna, yo me acerque a ella y le pregunté qué pasaba.

Ella me contestó "tu padre nos abandonó" en ese momento sentí odio y rencor hacia él, como podía abandonar a sus hijos y su esposa? mi madre me contó todo, ella le contó sobre la profecía y estaba segura que yo debería vencerlo algún día, él decidió irse para que ese día nunca llegara y yo no tendría que enfrentarme a él.

Ya había cumplido 13 años y Lloyd 4, ya estaba bastante grande como para entender lo que sucedía en nuestra casa, todos los días después del entrenamiento, yo debía cuidar a Lloyd ya que mamá trabaja hasta tarde en sus investigaciones, pero un día, ella no volvió, llamé a mi tío y le explique la situación, el trato de llamarla pero no había rastros de mi madre, mi tío dijo que debía dejar la casa e ir a entrenar con él, pero yo no podía dejar a Lloyd soló, solo era un niño, yo era menor de edad, no tenía el dinero suficiente para encargarme de él y de mí, no tenía trabajo, y mi tío no podría cuidarnos a los dos, todo estaba mal, pero un día se me ocurrió dejar a Lloyd en el internado para niños malos, para los futuros villanos de Ninjago, no quería dejarlo en ese lugar pero estaba segura que lo cuidarían mucho, esa misma noche, mientras Lloyd dormía en mi cama, prepare sus cosas y su ropa, una mochila con un álbum familiar para que nunca se olvide mí, y una carta donde explicaba el porque lo abandonaba, espero que cuando sea grande no me odie por esto, deje todo a un costado y prepare una maleta con mis cosas, con mi ropa y cosas personales, me iría a vivir con el Sensei Wu, no estaba segura de mi decisión pero debía hacerlo por el bien de Ninjago, que descansa en mis hombros y por el bien de Lloyd, me acosté con mi pequeño hermano, lo abrace como si fuese la última vez, dormí abrazando a mi hermano, le bese la cabeza y me dormí.

Al día siguiente me había levantado temprano, hice el desayuno y desperté a Lloyd, luego tomé nuestras cosas y nos fuimos de casa, Lloyd no entendía porque nos íbamos, me preguntaba a cada rato, hasta que por fin llegamos al internado.

Lloyd: que hacemos aquí? Aquí viviremos?

T/N: no... Escúchame hermanito- de la puerta había salido un señor, ya había hablado con él, era el director del lugar- esto... Es complicado pero es por tu bien, no quiero hacer esto, pero no podre cuidarte más, yo no quiero dejarte pero es lo mejor para los dos- mis lágrimas empezaban a querer salir, Lloyd ya estaba llorando- prometo venir a buscarte cuando todo se calme, prometo que siempre estaré contigo, vendré a visitarte, lo juro, nunca olvides que no lo hago porque no te quiera sino que es por nuestro bien, todo va a estar bien, te van a cuidar muy bien- el señor asintió- te ayudarán y te enseñarán cosas nuevas, ya verás que te va a gustar estar en este lugar, prometo que te vendré a buscar cuando esté mejor económicamente, lo prometo, nunca olvides quien eres, nunca olvides lo mucho que te amo- le di un beso en la frente y otro en la mejilla- te amo Lloyd, no llores, no es un hasta nunca, es un hasta luego, nos volveremos a ver, lo prometo- le limpie las lágrimas y luego lo abrace, el me abrazo con fuerza- ya debo irme- me levante del suelo y mire al señor- por favor cuídelo mucho- el señor asintió.

NUESTRO DESTINO JUNTOS (COLE Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora