|Capitulo 9|✓

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Narra Mía*

Han pasado 2 días desde que las personas que quedaron de Terminus nos atacaron, el padre Gabriel era más serio que de costumbre, pues no aceptaba que alguien haya sido asesinado en su iglesia delante de él.

He evitado a Carl lo más posible y el lo ha notado, pero no intenta hablar conmigo. Maggie y Michonne me han dicho que yo debería de dar el primer paso para hablar, pero malamente soy muy orgullosa y no lo hice, hasta que Carl decidió acercarse a hablar conmigo..

–Hola Mía..— comenzó a hablar mientras se acercaba a mi, a dónde estaba sentada.

– ¿Que tal Grimes?.— le respondí para no verme grosera..

– No hemos hablando en algunos días y realmente quería aclararte lo del beso..— ahh de cierta manera quería y no que llegara el día de tener esta conversación.

– Pues adelante, hablemos sobre el beso.

– Mía.. ese beso no fue mentira, no lo hice para calmarte, no lo hice de una mala manera. Te quiero demasiado Mía. Y... me gustas mucho..— comenzó a hablar, por favor díganme qué esto no es un sueño.

– ¿De verdad te gusto yo?..— pregunté con algo de nerviosismo

– Si Mía. Me tienes demasiado mal, desde que comenzaste a ignorarme por el beso. Ese beso fue especial..¿tu sientes algo por mi?

– Si te soy sincera Carl, al inicio me costaba aceptar que me gustabas pero después de verte con Lizzie, después de ver qué podría perderte aclare mis sentimientos, y ahora se que te quiero y que me gustas mucho..— confesé aún nerviosa por lo que diría después de eso.

– Mía..¿quieres ser mi novia?..—pregunto a lo que mi corazón comenzó a palpitar tanto como si se quisiera salir.

–Por supuesto que sí Carl...– respondí emocionada mientras aún no creía que Carl me estuviera pidiendo ser su novia.

– Te amo Mía..— dijo para juntar nuestros labios en un tierno beso.

– También te amo Carl..— dije cuando nos separamos por falta de aire..

*Horas después*

– Sabes era obvio que se amaban.— decían Maggie y Michonne mientras le contaba que ya era novia de Carl.

– Exacto, y Mia que negaba que le gustaba.

– ¿Ya se lo dijiste a tu papá?.— pregunto Maggie

– ¿Decirme que?..-—entro papá a la conversación

– A-ah nada papá..— solté nerviosa.

– Ah, si es sobre tu relación con Carl. Hija, no soy idiota se veía venir.—dijo con una sonrisa para salir de la iglesia.

– chicas después de lo que pasó con los de Terminus tenemos que estar listos para cualquier cosa.— Entro Rick hablando a la iglesia. Los últimos días le han puesto "seguridad" a la iglesia como tablas e incluso picos en la entrada de la iglesia para los caminantes.

– Nos seguimos quedando sin provisiones, Rick.— dijo Glenn saliendo de un cuarto donde teníamos la comida.

– Está tarde volveremos a salir a buscar. Michonne, Carl, Gabriel, Judith y Mía se volverán a quedar aquí.— hablo Rick

Después de un rato, como Rick había dicho salieron a buscar provisiones por lo que Michonne, Carl ,el padre Gabriel, la bebé Judith y yo nos quedamos en la iglesia.

Mientras Michonne y Carl aseguraban la puerta principal de la iglesia con una madera yo dormía a Judith y el padre Gabriel había desaparecido.

Todo era muy tranquilo hasta que escuchamos unos gritos provinientes de afuera de la iglesia de parte del padre Gabriel el cual era perseguido por una mediana horda de caminantes, ni contando con los demás podríamos con ella.

–¡Por favor! ¡Abranme! ¡Michonne! ¡Carl! ¡Mía!.— Gritaba el padre Gabriel desesperado mientras que yo salía por un pasadizo que habíamos hecho en caso de que nos atacarán el padre Gabriel entro pero no pudimos detener la hora y entro a la iglesia.

Nos habíamos quedado sin hogar, de nuevo.

– ¿En qué mierda estabas pensando?.— pregunto Michonne al padre Gabriel.

– Y-yo salí a caminar y esas cosas comenzaron a seguirme.— comenzó a hablar el padre Gabriel.

–¿Que hacen afuera?.— hablo una voz a nuestras espaldas, era Rick.

– Una hora de caminantes entro a la iglesia gracias al padre Gabriel.— dije mientras arrullaba a Judith en mis brazos.

– Ahora tendremos que buscar un nuevo hogar..—decia Glenn mientras veía la iglesia la cual estaba infestada de caminantes.

– Si, bueno. Espero que hayan tomado todas las cosas posibles.— y así era, tomamos la ropa que pudimos de cada uno, incluidas las armas y la poca comida que quedaba.

– Si, quedaban pocas cosas. Nos seguía la mediana horda así que tomamos lo que pudimos.— respondí.

– Bien, Daryl. El mapa.— le dijo Rick a papá ya que el era el que se encargaba de ver los alrededores de la iglesia.

– Solo nos queda un lado para ir, Rick. Nos estamos quedando sin opciones.— respondió papá

– Bien, hagamos un plan bueno para poder organizarnos nosotros y poder organizar lo poco que nos queda.— sabía que Rick estaba angustiado, nos quedabamos sin opciones y sin provisiones.

Mientras ellos estaban haciendo un plan para poder movernos y organizarnos yo me aparte un poco con Judith, quien estaba dormida en mis brazos.

– Sigo pensando que serías una increíble mamá.—Decia Carl acercándose a dónde estábamos Judith y yo.

- Lo se, pero me da miedo.. mi mamá, casi muere cuando nací yo, y me daría miedo el morir y que mi hijo o hija quedará solo en el mundo.- le respondí.

– Si llegas o llegamos a tener un hijo juntos, jamás dejaré que tú o el mueran.— dijo y eso me puso nerviosa.

–Te amo Carl..—dije en voz baja.

– Yo te amo mas, Mía..— me respondió para acercarse a mi y plantar un tierno beso en mis labios.

Después de estar algunas horas viendo a dónde iríamos ahora, finalmente nos decidimos, caminariamos a encontrar un lugar seguro para poder vivir, para poder estar a salvó.

– Vamos, que no se quede nadie a tras. No podemos arriesgarnos a perder a más gente.-— decía Rick mientras veía que Eugene se estaba quedando atrás.

– Rick..¿Crees que encontremos algo?.— pregunté.

– No lo sé Mía, con suerte encontraremos algo, quizá un lugar donde comenzar una comunidad, quizá con mala suerte no encontremos nada y tengamos que seguir corriendo de lugar a lugar hasta que encontremos algo.

– Bueno, eso es muy franco, pero es la verdad.

– Lo se, ahora sigamos caminando para encontrar algún lugar para dormir durante la noche.

La suerte nos acompañaba esa tarde, encontramos varias casas grandes, que parecían ser de personas que habían pagado mucho por ellas y ahora no valía nada.

Me quedé en una habitación con Carl y Judith ya que nadie escuchaba cada que la pequeña Judith lloraba.

– Estaremos bien, amor. Lo sé.— me dijo Carl.

– Lo se, solo me preocupa que Judith no tenga un lugar seguro donde crecer...—respondí mientras acomodaba a Judith en una cuna improvisada la cual era una caja de cartón...

– Lo tendrá, ya lo verás..— dijo mientras yo me acostaba en la cama.

– Pues eso espero, este mundo de mierda nos a quitado tanto, que es hora de tener nuestra recompensa por tanto sufrir, descansa sheriff. Mañana tendremos que caminar hasta llegar a algún lugar.— dije mientras me acostaba, era una cama cómoda, tenía que admitirlo por lo cual me quedé rápidamente dormida.

"No puedes dejarme ¿Que se supone que haré yo solo sin ti?" "Por favor, solo regresa"

La Pequeña Dixon. [Carl Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora