La Pequeña Dixon. [Carl Grimes]

| Capítulo 26 |

Narra Mía

Cómo dije, la cosa se ha puesto demasiado fea, tienen a Rick encerrado en una "prisión" improvisada aquí en Alexandria. Deana y todos los demás dudan sobre que debamos quedarnos aquí. Hoy durante la noche harán una asamblea dónde decidirán nuestro destino.

– Sabía que esto era una malísima idea..— hablé mientras veía a Judith dormir.

– No, no era una mala idea salvar a Jessie de su esposo. Solo que mi papá se salió demasiado se control.— respondió Carl.

Y estoy de acuerdo, salvar a Jessie no era una mala idea y estaba completamente de acuerdo con ese plan, solo que no sabemos que pasó para que Rick se saliera completamente de control.

– Ahora quizá tengamos que comenzar a empacar..— hablé con algo de frustración poniendo mis manos en mi cara.

– No debemos preocuparnos ahora..— respondió Carl abrazándome un poco. ¿No debemos preocuparnos? ¡Todo se esta llendo al carajo!.

Debería calmarme un poco para pensar con algo de claridad, esto definitivamente no es como yo me imaginaba el llegar a Alexandria. La puerta de la casa se abrió y era Michonne junto con Rick.

– Chicos, lo siento...— dijo apenado caminando hacia nosotros.

– ¿Lo sientes? ¡¿Que demonios te paso?! ¡Ese no era el maldito plan!— comencé a regañarlo como loca, nadie se atrevería a interrumpirme.

– Lo siento Mía...— volvió a hablar apenado.

– ¿Lo sientes? ¡Claro que lo sientes!— dije gritando, me di un respiro, juro que Rick Grimes me sacará canas verdes.— ¿Sabe lo de la asamblea?— le pregunté a Michonne la cual asintió.

– Mía, deberías calmarte...— hablo Carol entrando a la habitación.

– Si, claro. Veamos qué área nos queda en el mapa, por si nos llegan a correr que es lo más probable..— le dije a mi Carol la cual no dudo y asintió.

– Mía...— se acercó Rick a mi.

– Vuelve a decir "lo siento" y te mato yo misma.— le dije volteando a verlo. Únicamente levanto ambas manos y mejor se fue del otro lado de la habitación.

Lo admito, quizá me pase un poco. Pero oigan, a mi si me preocupa que la pequeña Judith crezca en un lugar seguro con más personas que caminantes en sus recuerdos.

– ¿Está todo bien, querida?— pregunto Carol mientras me tocaba un hombro.

– Si, está todo bien. Se que me acabo de pasar Carol, pero quiero que Judith crezca en un lugar seguro..— hablé, si, soy demasiado insistente en ello.

Antes de que mi Carol pudiera hablar, Carl interrumpió diciendo que Judith acababa de levantarse.

Fui hacia donde estaba la pequeña Judith y la cargue en brazos solo algunos minutos por qué si soy sincera está comenzando a crecer y a pesar un poco. Camine con Judith en los brazos directo a la cocina y la senté un una mesita que es para bebes especialmente para cuando van a comer.

Ella esperaba ahí pacientemente mientras yo le cortaba una manzana en pedazos pequeños para que pudiera comerlos. También en uno de sus vasos/biberones le servi un poco de agua.

Acerque una silla hacia ella y comenzó a comer. Es una niña tan tierna, estoy segura que cuando crezca será la sobreviviente más fuerte del jodido mundo.

Para terminar de comer le di una de las papillas que había traído de la tienda de provisiones. Para la suerte de Judith no estaba caducada así que comió demasiado rico. Le di de su botella de agua. Y si soy sincera hace mucho que no damos un paseo en carreola, creo que a ambas nos hará bien salir al aire libre.