|Capitulo 15|

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Narra Mía*

Desperté por los pequeños rayos del sol que entraban a la habitación donde nos estábamos quedando hoy tenía dos guardias una en la mañana y otra en la noche.

– Buenos días..— dije para comenzar a mover a Carl para que se despertara.

– 5 minutos más amor..— respondió y yo sonreí inconscientemente, me encantaba que me dijera amor y eso a la vez provocaba un nerviosismo en mi.

– Tenemos que levantarnos, Carl..— insistí.

– Mmmm deja lo pienso...nop..— volvió a responder para taparse con las cobijas, le quite la cobija y me subí arriba de el.

– Tienes que levantarte amor, vamos..— dije aún arriba de el para comenzar a darle besos en la cara sin besar sus labios.

– Concideraré el levantarme si me das un beso..— dijo sentandose como podía ya que yo estaba arriba de el.

– Mmmm.. bueno..— respondí para darle un tierno y cálido beso en los labios, un beso demasiado lindo pero nos separamos por falta de aire.

– Ahora si, vamos sheriff..— hablé y antes de pararme el me tomo del brazo ahora el quedando arriba de mi sin poner su peso encima.

– Te amo Mía Dixon..— dijo para darme un beso en los labios.

– Te amo más, Carl Grimes..— hablé para darle otro beso. En ese mismo momento Judith comenzó a llorar, recién levantada..

– Tengo que atender a tu pequeña hermana...

- Bien, te amo, me daré una ducha..—  dijo para tomar una toalla que estaba ahí y meterse a bañar.

Yo durante ese momento tome a Judith en brazos para comenzar a jugar con ella, tenía que prepararme ya que en una hora más tenía la guardia.

Apenas Carl salió de bañarse y cambiarse le entregué a Judith para buscar algo de ropa para ella, pues tenía que bañarla y después se la daría a Carol para que le diera de comer.

– Vamos a bañarnos, Judith..— dije alzando a la bebé en mis brazos una vez que tenía su ropa, toalla y la bañera lista. Como dije antes, Judith es una bebé que se dejaba bañar ya que le gustaba el agua.

Salí de bañar a Judith, la cambie con unas mallas color rosa y una blusa suelta también color rosa.

– Toma Carol, necesito bañarme, tengo una guardia en unos 40 minutos..— hablé llamando la atención de la mujer la cual asintio.

Tome mi ducha y fue relajante como todas, salí de bañar y está vez no sabía que ponerme, como si fuera importante en un apocalipsis.

Después de un rato me puse un shorts con una blusa negra pegada igual que los shorts haciéndose notar mi pequeña cintura. Baje y todos se me quedaron viendo.

– Que guapa..—  hablo una voz ronca en un susurro rodeando mi cintura con sus brazos, era Carl. Sin duda su voz había hecho que me diera un escalofrío.

– Gracias amor..— respondí volteandome y quedando frente a frente con el, nos unimos en un tierno beso igual que el de antes.

– Aquí no chicos, al menos que quieran morir asecinados por Daryl..— hablo Rick interrumpiendo nuestro beso y yo rei por su comentario.

– Vamos a desayunar..— dijo Carl tomándome de la mano para llevarme a la cocina.

– Hoy prepare algo de fruta..— hablo Carol dándonos un plato con sandía a cada quien.

La Pequeña Dixon. [Carl Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora