Corre por tu vida

78.4K 3.9K 175
                                    

Valentina narra

Despierto y solo sé que es domingo por el despertador que James me instalo ayer por la noche. Es lindo. ¿Pero qué digo?. Estoy volviéndome más loca cada hora que pasa. James entra en ese momento a la habitación. Ni siquiera me he dado tiempo de pensar cuerdamente. Me distraigo con cualquier pequeñes con tal de no pensar en el hecho de que estoy encerrada con un loco bipolar que piensa que soy su novia muerta. 

–Ponte linda Carla

–¿Para qué?

–Porque quiero verte linda

–James… ¿Crees que pueda llamar a mis padres de nuevo?

–No

–Pero…

–¡No discutas conmigo!

–No lo haré –digo temerosa 

–Cariño –dice mientras camina hacia mí, retrocedo pero él me acorrala contra la pared, una de sus manos se posa sobre mi mejilla y la acaricia con cuidado –Solo quiero lo mejor para ti

–¿Y mantenerme encerrada es lo mejor por qué? –intento sonar calmada pero realmente no lo consigo 

–Cuando dos personas se aman deben estar juntas

–Cuando dos personas se aman se comprenden… y tú tienes que entender que quiero hablar con mis padres quiero verlos, quiero ver a mis amigos... a Alexan...

–¡No! –Su mano forma un puño alrededor de mi cuello y lo aprieta, el aire comienza a faltarme casi de inmediato –¡Tú eres mía, solo mía ¿Entiendes?!

−James me estas lastimando –digo como puedo

Él me mira asustado y me suelta de inmediato.

−Lo siento… lo siento tanto cariño –me pide, él realmente esta arrepentido 

−Olvídalo, solo vete para que pueda arreglarme

Él obedece sin dudar. A veces me da la impresión de que solo necesito ser más atrevida y un poco más inteligente para poder salir de aquí lo más pronto posible. Cuando entro al baño me doy cuenta de que h dejado marcas en mi cuello. Me duele un poco y me respiración esta agitada. No puedo contener mas mi llanto. ¿Qué se supone que hice para merecer una cosa así?, el mundo conspira contra mi seguramente, ahora, en algun lugar de el universo el tejedor de mi destino esta riendose a carcajadas por lo mal que la estoy pasando. Mi miro al espejo una vez mas antes de meterme a la regadera y sonrio. Es oficial. Me he vuelto loca. 

Alexander narra

Pasamos casi toda la noche de ayer pegando volantes y repartiéndolos sin ningún resultado algún. Fred, Damien y Jackson durmieron en mi departamento. Monic apareció temprano en la puerta ofreciéndose a hacer el desayuno. Cesar llegó más tarde. Estábamos todos de nuevo reunidos.

−¿Qué haremos hoy? –pregunta Damien

−Estaba pensando que podíamos ir al periódico –dice Monic

−Eso es una gran idea –dice Fred con más entusiasmo del que debería ocasionando que Monic se ruborice

−Bueno, iremos entonces

−No es necesario que vayamos todos –dice Jackson –Puedo ir yo

−Te acompaño por supuesto –le digo –No vayan a destrozar mi departamento en lo que regreso

−Descuida –dice Damien –Yo los vigilo

Jackson y yo tomamos camino. Vamos en su auto, no estoy con ánimos de conducir. Estamos en silencio, cada uno sumergido en sus propios pensamientos. Hasta que decido que es necesario hablar de algo más o me volveré loco.

La apuesta © ➼ Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora