La apuesta © ➼ Editando.

El viaje (parte 2)

-Alexander

-¿Vienes a conjurar a algún demonio?

-Eh no...

-Qué mal-se finge decepcionado

-¿Por qué no estás en la fiesta?

-Porque fui y al llegar la mayoría estaban ebrios y pasándose saliva unos a otros, nadie hacia nada realmente bueno...incluso el profesor estaba ebrio. Por lo que decidí venir a caminar

Alexander Narra

La mayor parte de lo que dije es verdad. Pero no fue todo eso lo que me llevó a salir de esa fiesta, fue el no verla ahí y tampoco encontrarla en la cabaña. Pero claro no iba a decirle eso. Ni siquiera yo me dejaba aceptar esa teoría para mí mismo. Es que no entendía quién era yo en realidad. Esa fiesta estaba llena de las mujeres más ebrias y decididas a cualquier cosa. Pero por alguna razón eso no me interesó. Y aquí estoy de pie, frente a Valentina quien me mira de lo más confundida. Seguramente está pensado en alguna manera de librarse de mí. Me acerco y me dejo caer donde hacía unos segundos ella había estado sentada.

-Lindo lugar

Ella me mira por un largo tiempo sin responder nada y luego se sienta a mi lado a una distancia muy considerada.

-Sí, es lindo

-¿Tu por qué no fuiste a la fiesta?

-No soy de fiestas

-Sí, lo note un poco el día que te conocí

Ella se puso roja aunque por la noche no se notaba tanto. Aun recordaba ese día y la sorpresa que me regaló. Me rio un poco al recordarlo.

-Si bueno, así que mejor decidí pasear por aquí

-¿Sin un mapa?

-Bueno...tengo mi celular

-Claro...¿Y piensas quedarte aquí sentada toda la noche?

-No

Me levanto y ella no deja de mirarme.

-Es un alivio-le digo sonriendo-Si no me muevo por un largo tiempo exploto

Ella se levanta sonriendo ampliamente y comienza a caminar y yo por supuesto la sigo.

Valentina Narra

El bosque parece que jamás termina. Lo único que escucho son mis pisadas y las de Alexander detrás de mí.

-¿Tienes idea de donde estamos?

-Au...creo que ese árbol ya lo pasamos-señalo

Él solo se ríe.

-Valentina, todos los árboles se parecen

-Bueno si pero

-Admítelo, estamos bien perdidos

-¿Olvidas que tengo un celular?

Lo saco y quiero morir. Ni siquiera tengo una barrita de señal.

-Ah claro traer tecnología al bosque nos va a ayudar

-Quieres callarte, tu tampoco tienes nada que nos pueda ayudar

-Tengo hambre

No puedo evitarlo y me rio.

-Eso no ayuda Genio

-Bueno ya, tranquila, solo hay que ir por donde vinimos y quizá funcione

Comenzamos a caminar y no sé cuándo tiempo pasa pero mis pies ya no pueden más.