La apuesta © ➼ Editando.

Un loco...

Término mis deberes y me arreglo un poco mientras espero a qué Alex llegue. Cuándo lo hace no tardo nada en estar en su auto y el comienza a conducir.

-¿No te dijo nada tu padre?

-No, Ana me defendió

-Ah, ella me cae bien

No digo nada. No hay nada que decir.

-Bueno, ¿Ya me dirás a donde vamos?

-A mi departamento

-¿Qué?- pregunto un poco nerviosa

-.No tendrás miedo ¿Oh si?

-¿Miedo de ir a tu departamento?, no

-Bien

-¿Y por que iremos ahí?

-Por qué te debo una cena... y el final del maratón de Harry Potter

-¿Cocinaras para mi?

-¿Que?, no Frida lo hará

Pienso un momento antes de volver a hablar.

-Alexander

-.¿Si?

-Dale la noche libre a Frida... esta vez cocinaremos nosotros

Alexander no dice mucho, solo sonríe toma él teléfono y le pide a Frida que salga se vaya temprano. Cuando llegamos al departamento me percato de jamás le había puesto atención. Es grande y muy espaciosos. Un decorado moderno y minimalista.

-¿Jamás has pensado volver con tu madre?- le pregunto mientras caminamos a la cocina

-Yo no, pero ella insiste, no es como que me interese volver, estoy cómodo así

-Es genial, cuando era niña juraba que tendría mi propio lugar cuando cumpliera los diecisiete, cumpliré dieciocho pronto y no puedo salir de la casa de mi padre aun

-Pero eso esta bien

-Lo dice el que vive solo

-No vivo solo, Frida pasa la mayor parte del tiempo aquí

-Ah mira

Él se ríe por mi comentario.

-Bueno... hay que cocinar que quiero cenar ya-dice

-Bien ¿Que hacemos?

-Prepararemos comida italiana-dice mientras toma una bolsa de carton que esta en la barra y comienza a sacar los ingredientes.

-Pasta, algo de ensalada o...

Dice como recordando algo y va al refrigerador para volver con una botella de vino tinto.

-Espero te guste

-Jamás he probado el vino-admito y él me mira sorprendido

Se aproxima a uno de los cajones de la encimeras y saca un destapa corchos, abre la botella y sirve un poco de vino en una copa, luego mientras la menea de un lado a otro se acerca a mi.

-Cierra tus ojos-me dice

-¿Qué?

-Solo hazlo

Obedezco. Lo siento mas cerca de mi.

-Ahora, huele

Lo hago, el olor es exquisito realmente, no puedo negar que la frase "se me hace agua a la boca" es muy cierta.

-Bien, no abras los ojos aun- él toma una de mis manos y la pone sobre la copa y con su ayuda la acercó a mis labios- Ahora bebe, despacio

Obedezco. El vino entra a mi boca y despierta cada una de mis papilas gustativas. Es mas que delicioso.