Memoria

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Alexander narra

Martes 24 de diciembre diez de la mañana. El día de ayer nos dedicamos a la búsqueda de Valentina por todo el bosque. Después de ir a descansar y comer algo llamamos a la policía. Pero al no encontrar nada por un par de horas se fueron de inmediato. Valla sistema. Ahora estoy en casa de mi madre y Rick. Les he contado todo y por supuesto están desconcertados.

−Debiste llamarnos -dice mi madre

−No tenía mucho caso

−Oh hijo...

−Si no les importa, solo he venido a ver como estaban, y claro a traer sus regalos -intento darles mi mejor sonrisa

−Alexander por favor no te vayas

−No estoy con ánimos mamá

Antes de que podamos decir algo Lottie aparece. Tiene puesto un hermoso vestido color rojo de terciopelo muy acorde a la época. No la había visto desde que llegue pues estaba dormida. Corre para saludarme y la recibo en mis brazos con un fuerte abrazo.

−¿No has traído a Valentina? -me pregunta inocente

−Charlotte -la llama mi madre -Ven conmigo hay algo que necesito explicarte

Mi pequeña hermana me mira y yo solo asiento dedicándole una sonrisa. Ambas se van y me quedo solo con Rick.

−Alex, no deberías irte

−No quiero amargar su noche

−Por favor... somos familia, además ¿A dónde iras?

−Mi departamento, o quizá salga la a la calle a preguntar a cada persona que conozco si no la ha visto

−Ya han puesto carteles por todos lados, si alguien sabe de ella llamará

−Quizá Jackson tiene razón

−¿También piensas que él la tiene en algún lugar y les ha mentido?

−No lo sé -aprieto mi cabeza entre mis manos con frustración− No tengo idea de nada, solo... solo quisiera saber en dónde está, volver a verla, saber que está bien

−Seguro pronto lo sabrás

Lottie y mi madre regresan. Mi pequeña hermana se sienta a mi lado y recarga su cabeza en mi brazo.

−No te preocupes por ella Alexander -dice muy segura de si -Valentina es una chica muy inteligente, ella va a estar bien

No puedo evitar sonreír.

−Y sé que estas triste, pero por favor, no te vayas, no hay mejor manera de pasar las penas que con la familia

−Pensé que era con el pan

−Mi mamá cocino pastel ¿Eso sirve no?

−Ay Lottie -rio y la abrazo contra mí -Me quedaré ¿Ok?

Ella asiente feliz. No podía decirle que no a ella. Y aunque no me siento con nada de ánimos de celebrar noche buena o incluso navidad, no cabe duda que será mejor que estar en mi departamento lamentándome porque no existe nada más que pueda hacer. Sin embargo, Valentina no deja de estar en mi cabeza. A cada segundo y en cada momento.

Valentina narra

La cabeza me punza y duele como si me hubiera pasado un tráiler por encima. Es tonto puesto que ni siquiera me ha pasado uno ¿O sí?. Abro los ojos y veo el techo. Un techo de madera muy lindo. Me doy cuenta de que estoy en una cama. Al tratar de incorporarme mi mirada se nubla un poco pero se estabiliza casi al instante. Me giro y veo unos pequeños ojos mirándome. Es un niño de quizá unos cinco años que al notar que lo estoy viendo se pone de pie de la silla en la que estaba sentado y lo veo salir corriendo de la habitación. ¿Dónde se supone estoy?. La puerta vuelve a abrirse y un joven entra a la habitación. Estoy a punto de levantarme pero él me detiene.

La apuesta © ➼ Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora