La apuesta © ➼ Editando.

Lo siento

Mi corazón da un salto. No recuerdo que alguna vez me hubiese gritado asi de fuerte. Asi de furioso. Siento a la mujer detrás de mí irse.

-Alex... tienes que escucharme

-No... ¡Quiero que te largues, déjame solo!

Camino un poco y mis pies pisan algo en el suelo. Bajo la vista y me encuentro con las pastillas negras y molidas por mi pisada. Hay muchos por todo el lugar igual que los frascos, tirados y regados.

-Por favor Alexander... ¿Ya has tomado tus pastillas?

-¡No te importa Valentina lárgate!

-¡Si me importa,  y no voy a irme, vas a escucharme!

-¡¿Que voy a escuchar? ¿Que confíe en ti y me diste por la espalda además de que dijiste mentiras!

-¡Yo no dije nada...yo te juro que no dije nada... Alexander!

-Vete... vete por favor

-Yo no lo hice- digo al borde de las lágrimas- jamás te haría algo así

-¿Y cómo lo es?, no siquiera te conozco exactamente

-¡¿Cómo puedes decir eso?!

-Ya vete por favor

-No... Alexander luces mal... ¿Por qué tiraste todas las pastillas al suelo?

-Porque ya no voy a tomarlas

Me acerco sin miedo a él pero me detengo unos centímetros antes de estar completamente cerca.

-Pero Alexander, eso va...te puede hacer daño de nuevo y...

-¡¿Y a ti que te importa?!-me grita viéndome con esos ojos suyos, pero ahora llenos de frustración y tristeza acumulada.

Es horrible. Jamás imaginé muchas de las cosas que he vivido con Alexander, pero esto sobrepasa los límites.

-Alexan...-intento tocarlo pero él se aleja y se deja caer sentado en la cama

Veo uno de los frascos aun lleno en la mesa de noche y tomo las pastillas.

-Por favor-le digo-Tómalas

Él las ve en mi mano y las toma solo para lanzarlas por la habitación.

-Ya vete-dice cansado en un susurro

-Alexander yo no lo hice, te lo juro por lo que más quieras que yo jamás sería capaz de hacer algo así

Él me mira con recelo.

-Eras la única de la escuela que lo sabía...

De pronto se detiene y su vista se vuelve lejana.

-Tú y Jessica- termina- Ella de alguna manera me hizo decírselo una vez que estaba algo ebrio

Habla tan rápido que apenas entiendo.

-Pero ahí decía tu nombre

-Pero yo no lo hice, tienes que creerme

-Ya no importa Valentina, debes de alejarte de mí, no es bueno que te vean conmigo ahora, todo lo que dirán de mí y... todo lo que ya están diciendo, el entrenador me hecho del equipo de basquetbol todo es un maldito desastre

-No digas eso, Alexander, no voy a dejarte solo por ningún motivo

-Lo siento-dice y mi alma se parte en millones de pedazos cuando veo su tristeza desbordarse y no puedo hacer absolutamente nada

-Alexander, necesitas tomar tus pastillas

-No quiero esa porquería-dice mientas se pasa las manos por el rostro hasta su cabeza frustrado-Ya no