Solo una

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Para mi dicha o mi desdicha no estaba alucinando. Alexander Payne esta de pie frente a mí. Comienzo a marearme de nuevo, y como si el destino me odiase y se burlara de mi me inclino hacia enfrente vomitando. Por suerte no lo hice encima de él como ese día en casa de Tina. Uik Tina, penar en ella me producen más nauseas. Sin pensar mucho salgo del lugar. Me dirijo a una pequeña tienda frente donde compro una botella de agua, unos pañuelos desechables y unas mentitas. Salgo y él está ahí.

−¿Estas bien?

Solo logro asentir mientras tomo el agua casi de un solo golpe.

−Solo algo mareada –digo con una risa

−Y ebria

−Bueno, somos jóvenes hay que disfrutar… ultimadamente YOLO

−Mi plan era hablar contigo pero veo que no estás en tus cinco sentidos

−No, no, tranquilo hablemos ¿Qué quieres decirme?

−Déjame llevarte a casa

Intenta poner su mano sobre mi brazo pero me retiro tambaleante.

−Dime, habla, te escucho

−No es el lugar y mucho menos el momento

−Ah no, no claro, creo que necesitamos estar en una cama, desnudos, quizá yo deba tener una sábana a mi alrededor y tú puedas cubrirte con otra

−Estas ebria

−Si quizá

−Déjame llevarte

−No te atrevas a tocarme

−¿Estas molesta conmigo?

−No tienes ni idea

−¿Por qué?

Su voz es serena, muy paciente.

−Existen miles de mujeres en este mundo, y tu tenías que ir a tirarte a la más horrenda ¿Ya se te olvido todo lo que esa tipa nos hizo?

−No

−¿Y entonces?

Me meto dos pastillas de menta a la boca cuando hablo.

−He dicho que no es el lugar y el momento

−Si ya te he odio, pareces una grabadora “No es el lugar ni el momento” “Estas ebria” –digo lo último intentando imitar su voz

−¿Has recuperado la memoria?

−Na, solo volví porque quería ver si el clima aquí era menos húmedo

−No tienes por qué ser sarcástica

−No lo soy, es que estoy ebria –comienzo a reír pero a él no parece causarle gracia− Bien si me disculpas debo volver adentro antes de que se comiencen a preocupar por mi

−Le he dicho a Jackson que estás conmigo

−No debiste hacerlo, vine con Jack, me voy con él

−No es seguro, Jackson ha bebido

−¿Y?, no pensarás que lo deje ir solo verdad… ay diablos

El mareo llegó a mí de nuevo. Alexander intento acercarse de nuevo pero no lo deje hacerlo.

−¡No me toques! –grite como una loca− ¿Por qué diablos no vas a joder a alguien más Alexander? Por ejemplo Tina

−No tienes el mínimo derecho a estar molesta conmigo
−¡Pero lo estoy carajo!

La apuesta © ➼ Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora