La apuesta © ➼ Editando.

Enfrentamiento

El jueves en la mañana me levanto y me alisto de inmediato para ir a trabajar. Saludo a la recepcionista al llegar. Me perturba un poco no hablar con nadie mas en ese lugar, pero la verdad es que todos parecen muy ocupados. Al llegar me percato de que James esta ya ahí. Esta recostado en su sofá con uno de sus brazos cubriéndose los ojos.

-Buenos días-digo en un susurro que lo hace reaccionar

-Val-se levanta de inmediato-Que bueno que ya has llegado

-Si bueno... quería pedirte una disculpa por como me fui ayer pero...

-No tienes que decirme nada, entiendo completamente yo... yo soy él que bebe disculparse, se que mi familia te contó lo de Carla

-Si bueno, tu abuela pensó que siendo tu novia debía saberlo

James luce cansado, como si no hubiera dormido en días. Sin embargo no deja de sonreír.

-Lamento haberte metido en un lio tremendo con Damien

-¿Crees que el vaya a callarse?

-Mientras le de lo que pida

-Yo no creo que eso este bien, sera mejor que le diga la verdad a Alexander

-No es necesario Val, además yo también puedo jugar con Damien, si no quiere perder a mi prima tendrá que quedarse callado

-¿Tengo que preocuparme por tu repentino golpe de maldad?

Él solo se ríe.

-Debo ir a trabajar

-Yo creo que deberías ir a descansar

-Si pero no es una opción

-¿Vendrás mas tarde?

-Si, gracias por todo Val

-No, no fue nada

Me da un beso en la mejilla y sale de inmediato. Me causa un poco de tristeza verlo así. No es él James que recién conocí. Pero bueno, apenas lo estoy conociendo. A la hora del almuerzo bajo al comedor. No tenía mucha ganas de comer pero no podía trabajar con las tripas pidiéndome comida. Elijo una mesa y me siento para degustar mi ensalada y el vaso de jugo de naranja que compre.

-¿Por qué tan sola hermosa? -la voz que viene detrás de mi me saca una sonrisa, me giro y ahí esta de pie

-¿Que haces aquí?

-Bueno seguro esperaba una mejor bienvenida pero...

Me pongo de pie y me acerco a él rodeando su cuello con mis brazos para luego besar sus labios.

-Umm eso esta mejor... sabes a narnja

-Ya en serio ¿Que haces aquí?

-Como no puedo estar contigo en el trabajo pues pensé acompañante a la hora de la comida, debo agregar que es una suerte que estés aquí y no hayas salido a comer fuera

Alexander se sienta a mi lado en la mesa.

-¿Estas con mucho trabajo?

-En realidad no tanto, pero no se si James vaya a traerme mas

-Iré a decirle a ese James que deje sus fotografías para alguien que le importe

-¡Alexander!

-Ya, está bien

-Ya debo irme Alexander

-No hermosa- dice rogándome

-Puedes acompañarme arriba