Hemos ganado

104K 4.5K 641
                                    

1 año después...

Me despierto y mi cabeza duele un poco, ayer asistí a una de las fiestas de un nuevo libro que la editorial de Alexander público y supongo que bebí de más. Me remuevo en la cama y me doy cuenta de que él ya no está. Me incorporo un poco y veo una pequeña nota en su lado de la cama.

Tuve que salir temprano, no olvides la cena de hoy, te veré ahí, te amo.

Miro el reloj, son las diez de la mañana. Genial. Suerte que hoy no trabajo. Por si se preguntan terminé la escuela en diciembre del año pasado, y casi al instante conseguí mi primer empleo. En Editorial Payne. Me dedico al diseño de los libros que ahí se publican, claro que no solo hago eso, con la ayuda de mi padre puse un pequeño negocio donde me dedico a hacer toda clase de cosas que puedan requerir un diseño de mis manos. Desde invitaciones, volantes, anuncios, me va bastante bien, tanto que ya le he pagado a mi padre el dinero que invirtió en mi negocio. Y bueno, después de la escuela Alexander insistió en que viviera con él y bueno, esta vez no pude ni quise negarme.

 Me apresuro a llegar al baño pues mi vejiga parece explotar. Cuando me dispongo a lavarme las manos me percato de lo peor.

−¿Dónde estás? -le grito a la nada

Él anillo que durante ya cuatro años ha permanecido en mi dedo como símbolo no solo de mi amor por Alexander si no de la apuesta que hicimos no está. Ni siquiera me queda grande como para que se salga, jamás se ha salido de mi dedo de hecho. No hasta ahora. Vuelvo a la cama y comienzo a buscar como una loca por todo el lugar. No esta.

Paso no sé cuánto tiempo buscándolo por cada rincón donde creo que puede estar. Es oficial. Lo he perdido. Se siente  peor que aquel día cuando perdí mi laptop con mis trabajos finales, el problema es que la encontré casi al instante, y no era tan pequeña como para no verse.

Saco mi celular y marco.

−Te necesito en mi departamento ahora

¿Si sabes que es sábado?, estudio toda la semana como para que me despiertes tan temprano además que mi departamento esta muy helado y...

−¡Jackson, es una emergencia!

¿Te has caído?

−No…

¿Se han metido a robar?

−No…

¿Por fin mataste a Alexander?

−¡No!

¿Entonces?

−La perdí Jackson

¿La perdiste?... oh bueno Val… yo en verdad pensé que lo habías hecho desde hace bastante tiempo, pero no te preocupes, la virginidad es relativa

−¡Maldita sea Jackson no estoy hablando de mi virginidad hablo de la argolla de compromiso que Alexander me dio!

¿Y tenías que perderla exactamente hoy?

Hoy se cumplen los cuatro años de la apuesta entre Alexander Payne y yo.

−¿Vas a ayudarme?

¿Ya has revisado si Harry no se la comió?

−¿Qué? Mi perro no es come anillos

Ya relájate, voy para allá

Harry aparece en ese momento ladrando. La idea de él comiéndose mí anillo es algo que no quiero ni siquiera imaginar.

La apuesta © ➼ Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora