¡Cuidado!

105K 6K 237
                                    

Domingo y estoy en la plaza. Espero a Jackson para ir a la tienda de discos. Me llama y dice que llegara un poco tarde así que me adelanto. Tengo la mala suerte de ver a Alexander acomodando algunos discos. Desde lo de ayer me decidí por perder la apuesta si era necesario pero no volvería a hablarle. Sin embargo él no tenía esos planes. Me ve y sonríe, no logro decir como es mi cara.

-¿Vienes por otro disco?

-Aum...uhum

-Hoy me toco cubrir a alguien de nuevo

-Mala suerte

-Me pagan mas

¿Y para que quiere el dinero?  ¿Drogas?. Si tengo que decirlo él de verdad no luce como un chico de drogas. Esta en buena condición. Quizá el único día que lo he visto enfermo es la vez que su boca sangraba. Y nada mas.

-¿Esperas a alguien?

-Uy si...Jackson

-Ah-dice un tanto irritado-Todo se soluciono por lo visto

-Eso no te importa-digo grosera

-Ciertamente, ¿Te puedo ayudar en algl entonces?

-Si quizá...dejándome en paz

Su rostro me ve totalmente confundido pero no lucha por quedarse simplemente se alejar de inmediato con una expresión sería. Jackson aparece cuando yo ya he comprado el disco de la semana y estoy fuera de la tienda. Suspiro. Eso fue mucho mas difícil de lo que había imaginado. No quería ser grosera con él pero había sido. Pero él era un peligro...un peligro del cual iba a alejarme. Después de todo ¿Que podría pedirme Tina hacer?. Realmente no quería imaginarlo. Cuando Jackson me deja de vuelta en casa me quedo en el sofá toda la tarde hasta que mi padre aparece.

-Veamos...¿Que sucede?

Yo jamás podría ocultarle nada. Para él,  soy un libro abierto.

-Nada...solo estoy cansada

-Oye ánimo, recuperaste a tu mejor amigo

-Si...lo se

Pero ¿A que precio?.

El lunes en la escuela pasa lento. La hora del almuerzo realmente no es es muy placentera ¿Y que es lo peor?. No entiendo que me pasa. Estaba mal por Jackson pero él vuelve a ser mi amigo. Y Tina ni siquiera ha ido por un resfriado terrible, esa es la historia para los profesores, la verdad según dice Jackson es por un grano horrible que tiene en la frente.

-¿Val?- Monic me mira confundida, ni siquiera noto que Jackson ya no esta en la mesa-¿Te pasa algo?

-¿Qué?, no

-Vamos Val, has estado como ausente todo el día

-¿Si?

-Si- afirma

-Bueno nada es, no dormí bien

-¿Por qué no te vas a casa?

-Sabes...eso no es una mala idea

Tomo mis cosas y salgo de ahí.

Alexander narra

Yo no entiendo que es lo que le pasa. Ni tampoco porque me importaba. Ayer en Miuxicup me habló como si me odiara. Digo, no es una chica amable pero hoy tampoco me ha dirigido la palabra. En realidad ¿Por qué eso me molesta?. No, no me molesta. Bueno si, nadie deja de hablarme de un día a otro. Claro excepto aquellas chicas que no entienden que no me interesa una relación seria y ellas están planeando la boda. Pero no entiendo que fue lo que le hice a Valentina para que se comportara así conmigo. Y me frustra la idea de que no puedo dejar de pensar en ello. Seguro tiene que ver con Jackson. Ese estúpido de Williams. Su odio irracional hacia mí. Como si realmente le hubiese hecho algo malo, lo que paso no fue más que culpa de la estúpida de Jessica. Debo dejar de pensar en todos ellos, Jessica, Jackson y... Valentina. Me bajo del auto, hoy almorcé fuera de la escuela. Entonces como si el mundo me odiara la veo. Luce pérdida, como si algo la atormentara. La veo mientras camina a su auto. De un sonido chirriante capta mi atención y veo un auto que viene y no parece tener control, se dirige directo a donde Valentina está caminando, pienso que va a moverse pero no parece reaccionar cuando el auto está a unos metros de ella. 

-¡Valentina!-grito

Sé que correr hacia ella es inútil, no hay forma que llegue tan rápido pero aun así lo hago. El auto pasa rozando a Valentina y ella cae al suelo. Quizá por la impresión. El auto termina deteniéndose a unos metros y yo por fin llego a su lado.

-¡Valentina! ¿Estás bien?

Toco su rostro buscando sus ojos, ella luce en shock pero al verme reacciona y me empuja.

-¡Aléjate de mí!-dice

-¡¿Qué pasa contigo?!

-¡Vete!

-¡Casi mueres!

Ella intenta ponerse de pie pero cuando lo hace parece mareada. De no ser porque la sostengo ella hubiese caído desmayada.

La apuesta © ➼ Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora