Capítulo 15

4.4K 422 62
                                    

POV: _____

Pasaron unas semanas desde que Denki me pidió disculpa, en esos días pude conocer a algunas de las personas que vivían en esta mansión y además mi panza volvió a crecer más, aunque dolía era algo bueno saber que el bebé crecía con normalidad… bueno eso si su crecimiento antinatural se le pueda llamar normal.

Estaba mirando por la ventana de la habitación, no podía salir afuera cuando ni siquiera podía bañarme por mi cuenta, la persona que me ayudaba a darme un baño era una chica llamada Momo que por cierto nada que ver con la tal Uraraka, cada vez que esa chica me miras su mirada demostraba odio hacia mí.

Y hablando del rey de Roma — pensé mientras veía a Uraraka entrar a mi habitación.

— ¿Que ve Bakugou en ti? — me pregunto mientras me veía.

¿Que le pasa a esa chica? ¿por qué me odia tanto? — pensé mientras la miraba.

— Si tienes algo en mi contra sólo dilo — le dije sin apartar mi mirada de la suya.

— Sólo quiero que me digas una cosa — se acercó a mi — ¿qué se siente llevar un demonio en tu interior? — sonrió.

Abrí los ojos como platos al escuchar sus palabras, ya sé estaba pasando de la raya.

— Puedes decirme lo que quiera a mi pero no deja…. — fue interinbpoda por ella.

— Lo sabes ¿verdad? la razón por la que Tomura te secuestro fue porque lo que llevas en tu vientre es una peligro no sólo para los lobos sino para cualquier especie, lo que llevas dentro se convertirá en una máquina de matar imparable, una vez que eso nazca será el fin y entonces te preguntare.... ¿que se siente dar luz a la mayor amenaza del mundo? — posó uno de sus dedos en  en su labios — ¡Ay no! perdón se me olvido que no estarás viva para hacerte esa pregunta una vez que ese demonio nazca — sonrió para después salir de la habitación.

Apreté los puños con fuerza por las palabras de esa chica.

Mi bebé no será un demonio, el no será ninguna máquina de matar como dices, Bakugou no dejará que pase eso, ya verán que todos se equivocan al juzgarlo sin que aún no naciera — pensé aún apretando mis puños con fuerza.

Mi bebé no será un demonio, el no será ninguna máquina de matar como dices, Bakugou no dejará que pase eso, ya verán que todos se equivocan al juzgarlo sin que aún no naciera — pensé aún apretando mis puños con fuerza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV: Escritora

A los poco minutos de que Uraraka se fue Bakugou entró a la habitación con una silla de ruedas.

— ¿Para que es esa silla? — le preguntaste.

— Haz estado encerrada en esta habitación sin salir, pensé en darte un paseo por el jardín — respondió el rubio.

— ¿Un paseo? soy un perro o que — Bakugou te miro tu sonreírte  — naaa no es cierto me encanta la idea de salir, en verdad quiero tomar un poco de aire fresco — dijiste y Bakugou sonrió de lado.

El rubio acercó la silla a ti y con mucho cuidado te ayudo sentar en ella, una vez que ya estabas sentada en la silla de ruedas el rubio comenzó a caminar contigo mientras agarraba la silla por detrás.

Una vez que llegaron al patio de la mansión se detuvieron a observar unas hermosas rosas rojas que decoraban el lugar.

— Que hermosas — tacaste al pétalo de una flor para después olerla — huelen tan bien como se ven, me gusta — sonreíste.

Bakugou te conservaba, te encantaba las flores eso no era un secreto para al rubio ya que tenias tu propia florería en  donde conociste a Bakugou por primera vez.

El olor de las flores te hacían recordar ese momento, ese primer momento donde el rubio se acercó a ti para ayudarte a cargar una maceta que no podías ni volver de lugar.

—  Cuando volvamos a casa llenaré la casa con esas flores para que puedas verla todos los días..… no aún mejor, te haré un gran jardín con todo tipos de flores — mención el rubio que seguía detrás de ti.

— Si, ya quiero verlo — bajaste tu cabeza un poco, Bakugou no pudo notar las pequeñas lágrimas que bajaban por tus mejillas.

Comenzaste a limpiar la lágrima de tus ojos con tus manos antes de que Bakugou se diera cuenta.

— ¿Hay algo mal con tu ojos? — pregunto el rubio al notar que te frotabas los ojos con tus manos.

— No es nada, solo entro algo en mis ojos — mencionaste aún con tus manos en tu rostro.

Bakugou se puso delante de ti agachándose para estar a tu altura.

— Ven déjame ver — el rubio tomó una de tus manos quitandola de tus ojos.

— No es nada en verdad — le dijiste finjiendo una sonrisa.

— Deja de ser testaruda, los humanos son muy frágiles, puede que por esa cosa que se te metió al ojo quedes hasta ciega si no lo tratamos — el rubio sonrió acercando sus labios más a tus ojos — ahora deja que te sople el ojo — el rubio comenzó a soplar uno de tus ojos.

Se detuvo cuando vio que por ellos comenzaron a salir lágrimas.

Aunque no quería llorar no pudiste contenerte, tenías miedo de perder esos pequeños momentos junto a Bakugou, tenías miedo de lo que pasaría en el futuro pero siempre te hacías las fuerte para no preocupar a las personas a tu alrededor.

— _____ ¿que ocurre? ¿te duele en algún lado? dime... ¿que te pasa? — pregunto el rubio preocupado.

— No es nada — pasaste una de tus manos por tus ojos limpiando tus lágrimas — sólo es que estoy feliz, te amo Bakugou — tus lágrimas comenzaron a salir aún más.

Bakugou se puso de pié para luego abrazarte.

— Yo también te amo — dejo de abrazarte mirando tus ojos — no sabes cuento — el rubio acercó sus labios a los tuyos dándote un profundo beso.

Correspondiente el beso del rubio, no querías apartarte de él, querías que ese momento durará para siempre, pero sabias que eso no era posible.

Continuará.….





Mi crepúsculo  [ Bakugou y Tu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora