Salí con una actitud renovada, lo primero que quería hacer es ordenar mi vida, caminé en dirección a la pequeña sala y ahí encontré a Danilo, yo estaba vestida con una camiseta bastante grande y unos shorts bastante diminutos...
Al verme Danilo contuvo una carcajada, me mostré serena y me senté a su lado.
-Necesito que me escuches.
-pídeme lo que quieras mi bella Sarisha. -me sonrió mientras poni su mano en mi mejilla.
-Si ves nuevamente a las empleadas ¿podrías reconocerlas?
-No debe ser muy complicado... Así que forsaré mis recuerdos solo por ti. -Deja una linda sonrisa y una suabe caricia en mi mejilla, me he acostumbrado tanto a él que es ridículo cuanto contacto físico hemos tenido, pero mi cuerpo no ha reaccionado de forma negativa.
Me alegro tanto haberlo conocido.
Desde un inicio tenía pensado que había tenido suerte y había caído en las manos de una familia tan amorosa, yo esta viviendo en un cuento... Trato de forzar mi cerebro y tratar de averiguar quien pudo darme las pastillas, las únicas veces que tomé farmacia fue cuando esta indispuesta, con algún resfrío o alguna medicina que ayude con la digestión, incluso tome tabletas de hierro...
Todas las medicinas que tomé me las daba Laura o algunas ocasiones Jayden, incluso la Sra. Duch fue quien me dio más atenciones cuando se descubrió que estaba embarazada, simplemente no lo entiendo. Debo encontrar a esas sirvientas, solo con la información que mantienen en silencio yo podré averigua la verdad.
Me cambio de ropa a un conjunto bastante sencillo que me compró Danilo, era un pantalón y a juego una blusa de hilo, los patrones que tenía esta eran hermosos, no había duda que Danilo tenía muy buen gusto me los puse en seguida y el me había dejado unas gafas ocuraa junto con unas ligas para el cabello, me hice todo lo contrario a una trenza, un simple moño, me vi en el espejo y pur alguna razón me sentí bastante cómoda con lo que llevaba puesto, le sonreí a mi reflejo y salí dela habitación a encontrarme con Danilo.
-¡Tan hermosa como siempre! -me acerco a élpara abrasarlo como agradecimiento por sus palabras, me separa un poco de él y me dice muy animado -Mi bella Sarisha, estoy seguro que con tu belleza y esbeltez podrías ser modelo. -su expresión me dice que él lo siente de verdad en su corazón, sus ojos brillan como si hubiera encontrado el mineral más caro del mundo. Y a mi me remuerde el tener que negarme.
—lo siento como podría yo si quiera pensar en aparecer en revistas... Esas mujeres tienen mucha confianza y resiven lecciones por años...
-Sarisha -me dice sorpresiva mente serio -lo que tú tienes ahora es una opción que te estoy dando... Podríamos irnos de aquí dejar todo atrás mi pequeña. -coje un mechón de cabello rebelde que se niega a participar en el peinado -Has sufrido tanto... Mereces ser feliz
la sinceridad con la que habla solo me permite creer en él, pero dejar a mis padres en la ruina... Es imposible, yo no podría permitirme eso.
-Danilo, no puedo hacerle eso a mi familia...-agachó la cabeza sintiendo mi corazón estrujarse.
-Pequeña si este problema se resolviera... ¿Tu te irías conmigo? -sujeta mis manos y me mira suplicando que acepte.
-Si este problema se resolviera... Si me iría contigo. -le sonrío convencida de lo que estoy diciendo.
-No te preocupes, yo me encargaré de solucionar todo esto. -me deja un beso en la frente y se va dejándome parada en medio de pequeña sala.
Durante el día estuve ocupada tratando de organizar mi vida, fui a la embajada a ver como sería mi situación si me divorciaba de jayden, efectivamente me deportarian a mi país por que legalmente aún no me entregan la ciudadanía, no creí importante solucionar el problema de mi ciudadanía antes de irme de luna de miel, lo último que se me ocurrió fue que me divorciaria de jayden...
Extraño tanto estar con él, sus labios, su respiración agitada en mi cuello, ver como mi mano se perdía entre las suyas cuando caminábamos y mirabamos embelesados el paisaje turístico que nos ofrecía Roma. Ahora sólo puedo soñar con ello...
-¿señorita desea algo más? -me pregunta el mesero, veo que me mira con expresión curiosa. Niego con la cabeza y se va de inmediato. Habíamos quedado con Danilo de vernos para almorzar, el estaría fuera toda la mañana "investigando" mientras que yo organizaba mi situación migratoria.
Pedí solamente una limonada que tenía como propósito entretenerme hasta que llegara Danilo, el mecero llega rápidamente con una limonada y me la colocación ciudado sobre la mesa, le agradezco y espero a que se vaya, pero no lo hace, en cambio me mira y me hace una pregunta qur me toma por sorpresa.
-Perdone que la moleste pero... ¿Usted es una celebridad? -Contengo una posible carcajada y respondo con una sonrisa divertida.
-¿A caso parezco una?
-La verdad si... -Responde con un lindo color rosa adornando sus mejillas.
-¡Lo siento querido pero esta dama ya está casada! -exclama Danilo haciendo su aparición con una sonrisa en el rostro -traeme el menús especial de hoy y que sean dos -le da una palmada amistosa al joven junto con un billete de 20$ -a uno de los especiales no le pongas carne de res por favor. -el mecero agradece y se retira rápidamente.
-Danilo eres mi salvador una vez mas... A este paso te deberé mucho. -me levanto y lo saludo con un beso en la mejilla, me he acostumbrado bastante bien a este tipo de saludo.
-Por ti linda... Las veces que sean necesarias. -Me siento nuevamente y me animo a preguntar.
-Dime... ¿Averiguaste algo? -jugueteo con mis manos con nerviosismo, me mira serio y me responde con un leve asentimiento.
-Creo que de ese tema debemos hablar estando en mi anexo.
-Está bien, esperaré no te preocupes -posó mi mano sobre la suya que descansa sobre la mesa, con la intención de tranquilizarlo. Funciona, me sonríe y con su otra mano cubre mi mano.
-Dime querida, pudiste resolver los asuntos que me mencionaste ayer.
-Si... Pero me temo que no fue muy bien...
-cuéntame todo querida. -el mecero llega con nuestro pedido, lo deja sobre la mesa y se va.
-Me dijeron que en el momento que se emita el divorcio, migración me dará 1 mes para irme. -me mira con una expresión molesta, y aprieta un poco más mi mano.
-No es justo que te hagan esto no te lo mereces, siempre has sido muy dulce y atenta. - me mira directamente a los ojos, al ver su expresión me doy cuenta que tiene los ojos cristalizados.
-Danilo...
-Te dije que lo resolvería, tu no te irás, quiero... Que te cases conmigo. -sentencia, mi cara seguramente es un poema en estos momentos, solo puedo pensar en los sentimientos de Danilo ahora, ¿es que acaso el siempre me quiso de una manera más romántica? No lo entiendo...
-Sarisha no es como piensas... Yo soy gay por su puesto, sin embargo no estoy interesado en tener una relación por el momento, es por eso que quiero que te cases conmigo y así no tendrías problemas con migración y podrías empezar una carrera como modelo. -me mira nervioso, se remueve un poco en su asiento y continúa hablando -dime que piensas por favor...
-Danilo el matrimonio no es una herramienta... No puedo simplemente volverme a casar. -suelto su mano y me apoyo en el espaldar con los brazos cruzados.
-No lo veas así querida, es una forma para mantenerte aquí.
-Creo que es mejor volver a la India - tenía una vida allá y seguramente podré continuarla.
-Pero allá serás obligada a tener un nuevo matrimonio para que tu padre mejore su situación económica... - pienso detenidamente en lo que acaba de decir. -¿eso es lo que quieres? -Mi respuesta es clara
-No -si me vuelvo a casar quiero que sea por amor...
-¿Entonces que dices? -me mira esperanzado, se que si me caso con él estaré bien.
-De acuerdo hagamoslo -sonrió y el me devuelve el mismo gesto.
-Yo te cuidaré pequeña -después de eso empezamos a planear un futuro imaginario en el que él me lleva a conocer París... Los sueños de esa escala son un poco complicados de cumplirse.
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Una hindú Enamorada
RomanceSarisha una chica dulce y bien educada, ha sido prometida a temprana edad y criada para respetar a su futuro esposo, ella soñaba con casarse con un Hindú respetable, sabía que desde que nació ya estaba prometida a un hombre pero su padre jamás le di...