Sarisha una chica dulce y bien educada, ha sido prometida a temprana edad y criada para respetar a su futuro esposo, ella soñaba con casarse con un Hindú respetable, sabía que desde que nació ya estaba prometida a un hombre pero su padre jamás le di...
"Es bueno tener buenas relaciones con la familia a la cual vendiste a tu hija Indú"
Abro mis ojos con pereza estoy muy agotada, anoche Jayden no me dejó descansar ni un segundo, no es que yo le pidiera receso para un corto descanso...En realidad yo era otra fogosa que no lo dejaba en paz.
Trato de levantarme pero Jayden no me deja, gruñe cuando trato de retirar su brazo y me pega más a él, justo ahora decide no soltarme ¡Justo cuando quiero ir al baño!
—Jayden quiero ir al baño...
—Aguantate. —apretá más su agarre.
—No seas así, dejame ir... —gruñe y me suelta para después darse la vuelta y darme la espalda.
Que inmaduro es...
Se molestó, pero al menos ahora puedo ir al baño. Aprovecho en darme una ducha, estaba a punto de ponerme el shampoo cuando de la nada vino a mi cabeza lo que me dijo ayer la Sra. Raquel.
¡Tu madre llega mañana por la tarde junto con tus hermanos!
¡Cómo pude olvidarlo! mi madre llega ésta tarde y yo no me he arreglado. Ni bien termino de bañarme me pongo mi salto de baño, no tardo en salir del baño, dejarle un beso en la frente a un dormido Jayden y salgo corriendo en dirección al vestidor. Necesito ver que me pondré para ésta tarde, mi madre es sumamente estricta en mi forma de vestir, ella quiere que cuando yo camine se note un aire de elangancia y delicadeza pura.
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Busco entre mi ropa uno de los saris más costosos que tengo, encuentro uno perfecto con bordados de hilos de oro, sin dudarlo me visto con ese, me arreglo el cabello en una trenza perfectamente hecha, ni un pelo puede estar fuera de lugar acomodo las joyas de oro y me pongo un poco de brillo en mis labios.
—creo que estoy lista... —reviso el reloj, son las 11:52 am, y de inmediato me asusto por lo tarde que es ¿me perdí el desayuno? Excelente, si no como nada mi estómago estará sonando en frente de mi madre y pensará que no me alimentan.
Bajo a la cocina con sumo cuidado de no arrugar el sari y no despeinarme, cuando llego encuentro a Laura estresada preparando algo para el almuerzo.
—Buen día Laura ¿por qué estas tan agitada?
—Buen día señorita Sarisha, comunicaron que su madre llegará justo a la hora del almuerzo, y no estábamos preparados para eso. —revuelve algo en la sopa, y luego se aleja para cortar vegetales, reconozco el aroma que desprende la olla.
—¿Estás haciendo cordero al curry?
—¡Que buena nariz tiene!
—le diste justo en el blanco, es el platillo favorito de mi madre. —sonrío al recordar la expresión de mi madre cuando come cordero al curry. —así que no lo arruines —me río bajito ante su expresión de miedo y le digo —no te preocupes, ella amará tu comida creeme.
