"En India los matrimonios precoz son comunes, un 59% de la población los aplica"
Poco a poco este hombre a conseguido envolverme en un tranze interminable. Hemos avanzado hasta la cama donde su cuerpo aplasta el mío, no diré que es totalmente incómodo, porque no lo es, lo siento desesperado de poseerme pero aún no estoy lista, estoy conciente que debo permitirle todo según el mandato de mi padre, pero estoy muy asustada...
Sus manos empiezan ascender por mis piernas, ese contacto tibio entre su palma y mi piel es exquisito pero no deja de incomodar me ¡quiero que pare ya! todo se ha subido de tono, sus besos bajan por mi cuello hasta mi clavícula y sin darme cuenta ya no tengo la parte superior de mi Sari, y él ya no lleva su camisa, hace el intento de bajar la parte inferior de mi Sari pero ya no puedo más, estoy nerviosa y asustada, aun no estoy lista para ésto, lo empujó fuertemente y se cae de la cama, no entiendo como fué posible si ésta cama es enorme...
—¡¿Pero qué demonios te ocurre?! —Se levanta del piso con expresión furiosa, mi auto defensa es cubrirme el rostro y esperar a que castigue mi insolencia. Siento que se acerca a mi, estoy con las rodillas al pecho y cubriéndome el rostro seguro le he vuelto a ofender y por eso el castigo será más fuerte. —¿Qué haces?
Dejó de cubrir mi rostro para poder verlo —pensé que me golpearias... — susurro con la voz quebrada, su rostro se contrae con enojo nuevamente, al parecer no hago más que ofenderlo.
Seguro se ha dado cuenta que estoy temblando de miedo, ya que su expresión se ha suavizado, me levanta sin problemas y me acomoda entre sus piernas, mantengo la mirada baja ya no quiero ofenderlo más.
—Mirame —hago lo que dice, me quedó mirando sus azules ojos, al verlos más profundamente me doy cuenta que tienen un poder tranquilizador sobre mi, sujeta mi barbilla con delicadeza para luego posar esa misma mano en mi mejilla y empezar hacer círculos con su pulgar en ella. —yo jamás te golpearía, no soy de esos hombres Sarisha, perdón si me exalté, me sorprendió que me echaras de la cama, usualmente las mujeres me ruegan que esté con... —no dejo que termine, me levanto molesta y buscó mi blusa, gran disculpa la que me quiere dar al hablarme de las mujeres con las que ha estado. —¡n-no! ¡perdón no me di cuenta! ¡yo no quise...! —volteo a verlo esta vez más calmada.
—No hay problema, yo no haré escándalo de eso, no te preocupes. —trato de ponerme mi blusa pero el me la arrebata y vuelve a besarme como lo había hecho antes, sus manos recorren mi cuerpo sin pudor y esta vez no me molesta incluso llego a disfrutarlo.
—Tu serás la única, y si algo te molesta no dudes en decírmelo —vuelve a recostarme en la cama y yo le dejó hacer lo que quiera, que tonta, él solo dice eso para tenerme como me tiene ahora. Pero todo se interrumpe cuando la puerta es abierta de repente y vemos entrar a Matt muy tranquilo hasta que vé en que situación estamos, me doy cuenta que estoy sin blusa y trato de cubrirme pero mis manos no son exactamente grandes y para mejorar la situación mi falda no está en mejor condición ésta levantada hasta un poco más arriba de mi rodilla.
—¡Huy! ¡¿ya tan rápido?! —Jayden se echa en cima mío para cubrirme de la mirada curiosa de Chester, lo cual le agradezco —¡Oh vamos Jayden!
—¡Sal de aquí imbécil! —sin dejar de cubrirme toma el control de la tele y se lo lanza, este impacta con el brazo de Matt haciendo que grite de dolor.
—¡Le diré a mamá!
—¡Fuera! —Chester sale furioso azotando la puerta. —lo siento tanto Sarisha ¿estas bien? —asiento con la cabeza para luego levantarme y está vez quiero lograr ponerme la blusa, cuando la recojo trato de alisarla un poco pero otra vez la puerta se abre, de nuevo es Chester y está vez me ha encontrado descubierta, hago que la blusa me tape el sujetador pero es algo tarde, me ha visto.
Se ha quedado mirándome, Jayden parece molesto, se para en frente mío con los brazos cruzados pareciendo un guardia de seguridad —¿Que quieres ahora? —es tan cortante con su hermano que llega a dar miedo, espero no estén enojados, Chester sacude la cabeza y responde.
—Madre quiere que bajen a cenar, ya llegaron los primos. —Con expresión aburrida sale del cuarto, esta vez no azota la puerta.
—Lo lamento he dejado que me vea —Desde que llegué no he hecho más que fallar a mi futuro Pati, bajo la cabeza apenada.
—Ey no ha sido tu culpa, ven acá —abre sus brazos llamándome a que me acurruque en ellos, es tan comprensivo... —más vale que nos cambiemos para cenar sinó mi madre nos matará a ambos, además creo que te encantará la cena, una prima y un primo nos acompañaran — asiento con una sonrisa, voy a mis maletas que están a un lado y saco un Sari ideal para la cena.
Cuando ya lo traigo puesto me acerco a Jayden, para ver si le gusta.
—¿Jayden? —se voltea a verme, trato de verme serena pero su mirada examinando cada detalle de mi cuerpo no ayuda, me armo de valor y pregunto —¿Estoy bien?
—Claro que si, este me gusta más que el otro —Sonrío satisfecha —¿Y yo como estoy? —quiero hacerle pasar lo mismo que yo pasé hace segundos, me dedico a mirarle a detalle, me doy cuenta que se ha puesto nervioso cuando estira un poco el cuello de su camisa, me acerco a él y le arreglo un poco el pelo, tratando de no tocarlo demasiado, siento que aún no tengo mucha confianza con él, a pesar de ya habernos tocado no lo conozco, solo sé su edad, nombre y apellido.
—Ahora estas perfecto. —sonríe leve y me rodea la cintura.
—Bajemos.
Durante el camino que conduce al comedor empecé a sentirlo más distante, más serio, cuando llegamos hubo un silencio algo incómodo, hasta que Matt salvó el momento.
—Ahí está la pareja, ya nos contaron que no piensan esperar a la noche de bodas —retiro lo dicho.
—Disculpen... —estoy segura que me he sonrojado.
—No te preocupes Sarisha, es normal que una pareja tenga...
—¡Madre por favor! —interrumpe Jayden a su madre.
—Mejor pasemos al comedor la comida ya está servida. —La señora Raquel es muy buena anfitriona tengo que admitirlo, la cena estuvo estupenda en especial por que todo fué comida hindú, seguro por eso Jayden dijo que la cena me gustaría.
—Y dinos Sarisha...¿cuantos años tienes? —pregunta la prima de Jayden, Karen. Ella tiene 30 años según me dijo Jayden, he notado que Raquel se ha puesto nerviosa ¿por qué? ¿Acaso ellos no saben que soy menor de edad?
—Tiene 19... —responde sería Raquel, en el transcurso de la cena ha demostrado que no se lleva muy bien con su sobrina.
—Creo que Sarisha puede responder por si sola, "Tía" —deja de mirar a su tía para empezar a acusarme con sus ojos grisáceos —¿y bien?
—Como dijo la Sra. Raquel tengo 19 años —trato de verme segura de lo que dije, y al parecer lo he logrado se ve intimidada y por alguna razón eso me gusta.
—Ah, te ves mucho más joven querida — busco paciencia de donde no hay para responder ¿que quiere obtener con todo esto?
—Supongo que es por la buena nutrición que tenía en India
—¡Wou! empezaré a comer como ustedes —chilla con una emoción falsa.
—Si debería, así evita que le salgan más arrugas —sonrío con ternura.
—Si...,gracias — quien creo es su hermano Henry, se empieza a reír suavemente, éste chico es impresionante, sus modales son impecables y ahora me entero que incluso ríe con cierta elegancia, lo raro es que no ha hablado durante la cena y es incómodo ya que él está a mi derecha y su hermana está a mi izquierda.
—Estas situaciones se evitan cuando uno decide no hacer estúpidos comentarios querida hermana. —todos se le quedan mirando y yo no soy la excepción. —¿dime Sarisha como ha sido tu estadía hasta el momento en América? —me he quedado helada seguro querrá dejarme en ridículo por lo que le dije a su hermana.
—Pues...
🖤☕
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Una hindú Enamorada
RomanceSarisha una chica dulce y bien educada, ha sido prometida a temprana edad y criada para respetar a su futuro esposo, ella soñaba con casarse con un Hindú respetable, sabía que desde que nació ya estaba prometida a un hombre pero su padre jamás le di...