Cap#23

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Entramos al restaurante acompañados por Celene, nos indica la mesa y habla un momento con nosotros sobre el menú, Jayden se decide por un abbachio a escottadito  que consiste en cosillas de cordero a la brasa  y yo por una carciofi alla giudia que son alcachofas fritas, en lo personal no soy fan de la carne si no tiene ají, así que prefiero los platos vegetarianos.

—Cariño creo que deberías comenzar a comer más carne, no le hará bien al bebe vivir solo de vegetales.

—Está bien, empezaré a comer carne entonces —lo que sea por mi bebe, tal vez al principio estaba asustada pero cuando digieres el hecho de que tienes un ser vivo dentro tuyo, supongo que desde ese momento solo vives para él.

La cena transcurre con tranquilidad hasta que de un momento a otro Jayden abandona la mesa sin previo aviso ¿necesitaba ir al baño? ¿Oh tal vez se cansó de mi? ¿Fui muy ruidosa? Sin poder evitarlo las lágrimas llenan mis ojos y abrazo mi vientre mientras lloro en silencio, la gente se da la vuelta y siento que me miran a mi..., levanto el rostro para gritarles que se ocupen de sus asuntos pero en el momento de hacerlo, veo a Jayden parado en frente mío con un gran ramo de flores y músicos a su al rededor, él les da la orden y empiezan a tocar, se acerca a mi y limpia las lágrimas que se niegan a cesar.

—No entiendo que imaginaste para estar llorando..., si me fui es para traer tu regalo de cumpleaños —se arrodilla frente a mi y toma mis manos besando cada una —ya no llores cariño...

—Eres un tonto —lloriqueo sin poder evitarlo —pensé que te habías ido... —me lancé a abrazarlo y le doy un beso fugaz en los labios.

—Jamás los dejaría..., Feliz cumpleaños atrasado Sarisha... —nos levantamos y él me levanta en un efusivo abrazo, la gente aplaude y silba, empiezan a sonar  tintineos y al ver al rededor veo a las personas golpeando sus copas con pequeñas cucharillas. Celene que estaba en el fondo, poco visible por las personas delante de ella, levanta la mano y marcando con la boca las palabras en silencio, me dice que quieren que nos besemos... El se acerca a mi, intuyendo lo que la gente quiere, y me besa con cuidado como en pocas ocasiones lo hace, esta clase de besos son contados...

Los músicos se despiden y todos vuelven a su cena, yo miro un tanto molesta a Jayden.

—Pudiste haber dicho que volvías en un segundo.

—Perdía la magia.

—Eres un tonto...

—¿Así es como agradeces a tu esposo? —me mira arqueado un ceja.

—Bien, lo siento, gracias por la sorpresa debo admitir que me gustó mucho...

—Me alegra saberlo ¿por qué no abres tu regalo?

—¿Sabes? no era necesario todo esto, si no pudimos celebrar antes mi cumpleaños fue por asegurarnos que nadie se entere sobre mi edad y yo lo acepté...

—Solo abre tu regalo. —bufa irritado.

—Está bien... está bien...—abro la cajita y en su inrior se encuentra un bello broche con incrustaciones de diamantes —Jayde... Esto es precioso, muchas gracias. —sujeto su mano por en cima de la mesa y el me sonríe satisfecho.

—Pasame el broche te ayudo a ponertelo

—está bien —le paso la caja y el se acerca a mi para ponerme el broche, después de colocarlo  vuelve a su lugar y me mira atento —¿Cómo me veo? —me animo a preguntar.

—Te ves preciosa...

Terminamos de cenar y Celene nos guia al coche que nos llevará al hotel, durante todo el trayecto ninguno emitió una sola palabra, no era necesario, ambos sujetabamos nuestras manos y a través de ellas podíamos expresarnos claramente, que tan felices estábamos disfrutando de la compañía del otro.

Una hindú EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora