La Elegida [TMNT] (Terminada)

Capitulo 11

Abro los ojos.
¿Dónde estoy?

Me siento sobre el suelo y observo hacia los lados, me encuentro en una habitación que pareciera no tener final; rodeada de negro.

El frio del ambiente hace castañear mis dientes y que me abrace a mí misma para conservar el calor.

Unas risas se oyen a la distancia, y al levantar la cabeza veo como una niña de cabello negro y ojos grises juega en unos columpios acompañada de una niña castaña.

Pero ellas no estan solas, tenían la compañía de una mujer. "De ella"

- Mamá...

Me levanto para acercarme a ella, sin poder creerlo. Su rostro es borroso, pero eso no me impide reconocerla. Mi caminar no es de los más rápidos, pero aún asi no me detengo. Puedo sentir como la comisura de mis labios se elevaban más y más cuando me aproximo a esa mujer, pero inesperadamente, unas camionetas aparecieron. Las niñas dejaron de reír.

Paro de caminar, ¿Qué sucede?

Unos hombres bajaron de esas camioneta, acercándose a mi madre junto con las niñas. La mayor de ellas tomó la mano de la mas pequeña y la arrastró lejos de ese parque. Pasaron junto a mi sin siquiera notar mi presencia, y al mirar mejor a la niña de ojos grises me percaté de algo; era yo.
Volví mi vista hacia la mujer, a mi madre, y esos hombres se acercaban a ella.

Empecé a caminar más rápido cuando vi que uno de esos hombres la arrojo al suelo. De la nada choque con algo que provocó que cayera al suelo. Observe el mismo, tratando de encontrar aquello que provocó mi caida, pero nada. Extendí mi mano y unas ondas se expandieron frente a mi; era una pared invisible.

Los gritos de esa mujer me hicieron volver a la realidad. Ella se encontraba indefensa en el suelo siendo atacada por esos hombres. Con todas mis fuerzas golpeé la pared. Las lágrimas caían libremente por mis ojos, ante mi tenia a mi madre siendo golpeada por ellos y no podía hacer nada para ayudarla.

- Dentenganse, por favor- susure, creyendo que me escucharían.

Uno de extendio un arma hacia mi madre, listo para jalar del gatillo.

- ¡Mamá no!

Me senté en la cama, todo habia sido un sueño. Me encontraba bañada en sudor, mi pecho subía y bajaba a un ritmo acelerado. Abracé mis piernas, en un intento de consolarme a mí misma. Dentro de mi cabeza se repetian los gritos de mi madre, y las lágrimas volvieron a aparecer.

(***)

- Vic, despierta.

Abrí los ojos con pesadez, encontrandome con mi cuaderno con tarea sin hacer frente a mí.

- ¿Donde estoy?- pregunté masajeando uno de mis ojos.

- En el instituto. Ya es la tercera vez que te duermes en el día ¿acaso dormiste anoche?- sonreí al escuchar la voz de Irma.

- No lo hice- bostecé- tuve un sueño muy raro que me mantuvo despierta toda la noche.

- ¿Y que fue?- preguntó.

- Señoritas Langinstein y Bradford ¿hay algo que quieran compartir con la clase?- miramos hacia el profesor, y todos tenian la mirada puesta en nosotras.

- No profesor- contestamos a la vez

- Entonces dejen de hablar- dicho esto cada una volvió a lo suyo.