Epílogo

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Oscuridad. Temor. Frio. Miedo. Esos son los componentes que conforman el gran cuerpo de Orion.

Me desplazaba en su interior tomándome de algunos objetos, como autos, escombros, pedazos de carteles, de todo aquello que pudiera servirme de ayuda para avanzar.

A la distancia vi un pequeño punto de luz, que a medida que me acercaba, se volvia mas y más brillante.

- Victoria...- dije en un susurro. Sus brazos y piernas de encontraban extendidos. Sus ojos blancos, abiertos de par en par.

Flotando me acerque a ella, y la tomé de los hombros para no alejarme. Su brillo iluminaba toda la oscuridad que me rodeaba, aunque siendo sinceros, eso es lo que ha hecho desde que la conoci.

Pose mis manos sobre su rostro. Inexpresivo, frío, pálido.

- Vic...

Esto no puede terminar así. No te preocupes, te rescatare lo juro. Por favor...

- ¡Despierta!

(***)

Así es como terminará todo ¿no? Orion robandose mi energía, yo prestandole mi cuerpo.

Si lo ayudo a cumplir todos sus deseos ¿este dolor terminará?

- ¡Despierta!

Esa voz... ¿Raphael?

Dolorosamente abrí los ojos, contemplando como el espacio donde nos encontrábamos empezaba a desmoronarse.

Mis manos se posaron sobre las de Orion, las cuales estaban a los costados de mi cabeza. Intenté alejarlas de mí pero su agarre se hizo más resistente.

- Por favor...- susurre ejerciendo todas mis fuerza, las pocas que poseía.

- No lo comprendes ¿verdad?- nuestras frentes dejaron de tocarse, pero aún asi, un aura blanca nos conectaba.

Sentí mis pómulos humedecerse. Lleve mi mano hacia una de mis mejillas, sintiendo como mis dedos se empapaban de lágrimas. Aquello me resultó extraño y observe Orion, topandome con sus rojizos y húmedos ojos.

- Finamente podremos vengarlas- sonrió ampliamente, quitando con su pulgar algunas lágrimas de mi mejilla, aunque él no detuvo las suyas- tú madre, Amy. Todos pagaran el daño que nos hicieron.

Desvíe la mirada.

Siempre tuve sed de venganza por la muerte de mi madre, y ahora que tengo la posibilidad de vengarme ¿Porque no puedo hacerlo?

Mamá, perdóname...

Baje el rostro, y comencé a llorar. Las lágrimas caían libremente por mi rostro, y las sentía impactar contra mis pies desnudos.

Ambos fuimos lastimados por la pérdida de nuestros seres queridos. Pero esto, generar mas dolor para saciar el nuestro... no es lo correcto.

- No puedo hacerlo, lo siento...- dije sin dejar de llorar- quiero que este dolor acabe para ambos, pero si sigues así jamás podremos sanar- tomé su rostro con mis manos, y sus ojos emanaban la misma cantidad de lágrimas que el mío, excepto que él tenía una expresión de sorpresa.

Sonreí, y acaricie levemente su rostro.

- Destruir al Kraang no las traerá devuelta- hice una pausa, y lo escuché gruñir- ¿Quieres destruir todo el planeta? Hazlo si quieres, eres libre de hacerlo, pero déjame decirte esto antes: no seré esa persona que te ayude- tomé sus manos con firmeza- hay alguien especial viviendo aquí, y quiero pasar el resto de mi vida con él. Asi que por favor... ¡sal de mi mente!

Quite sus manos de mi cabeza, rompiendo aquella "aura blanca" de conexión.

Lo empuje lejos de mí antes de que un gran temblor se sintiera bajo mis pies. Las grietas en las paredes terminaron de expandirse, y...

¡Crash!

Fragmentos negros como si fueran de vidrio se desprendieron de los muros, dando paso a paredes blancas.

Observé a Orion, y carcajadas fueron lo único que salieron de su boca.

- ¿Realmente quieres que me vaya? Tendría que quitarte algo muy especial para hacerlo.

- ¡Llevate todo lo que quieras, pero por favor vete de aquí!- grité cubriendo mi cabeza, implorando que todo esto termine.

Un gran fragmentos de vidrio cayo entre medio de ambos.
El suelo comenzo a agrietarse, provocando que el piso temblara nuevamente.

- Oh, no...

El suelo termino por destruirse, y caí al vacío. Vi la sonrisa arrogante de Orion por última vez, y el brillo de sus lágrimas cayendo por su barbilla.

- Nos vemos pronto, Victoria.

(***)

Raphael intentaba desesperadamente que Victoria despertara.

Movia sus hombros, gritaba su nombre, pero nada funcionaba.
Hasta que un gran brillo salio de su pecho, y lentamente se fue apagando. Sus ojos adoptaron su color natural, grises, antes de cerrarse.

El cuerpo del monstruo se transformó en humo, y todos los desechos en su interior comenzaron a caer.

Raphael abrazó a Victoria para amortiguar su caída.
Sus amigos y hermanos fueron a socorrerlos, viendo como la tortuga se levantaba lentamente, y sin mas previó la seguridad de Victoria antes que la suya.

- Despierta, por favor...- Raph daba leves golpecitos a sus mejillas, hasta que un quejido salio de ella.
Él pudo respirar con normalidad, y por primera vez desde que esta guerra inicio, él se dio el lujo de sonreír.

Victoria abrió los ojos, y observo confundida el lugar.

- ¿Que?...

Cuando su mirada se topó con la de la tortuga, su rostro se cubrió de pánico.

- ¿Quién eres?

Fin


*

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¿Que creen que fue eso tan valioso que Orion le arrebato a Victoria para poder salir de su mente?

Si tienen preguntas con respecto a la novela pueden dejarlas en los comentarios, y las responderé en un apartado de "Preguntas y Respuestas" (alla también les avisaré cuando este publicada la segunda temporada, además de los agradecimientos)

¡Nos vemos!

La Elegida [TMNT] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora