Traición.
¿Cómo pude hacerle eso a Jane?Cuando vi a las tortugas en peligro ¿Debí haber apartado la mirada?
Siempre debemos pagar el precio de nuestros errores, y el ayudarlos fue la mayor equivocación que cometí hasta ahora. Gracias a eso decepcione a Jane, y se que jamás me perdonará.
Levante la mirada de mis manos y vi como las tortugas y los dos chicos estaban reunidos cerca de Leonardo, quien manejaba esta extraña camioneta.
Ellos hablaban, y de vez en cuando miraban hacia mi dirección. Un ceño amenazante se formó en el rostro de la pelirroja cuando me miró, y si las miradas mataran... ya hubiera muerto hace un rato.Para calmar un poco mi incomodidad di una vista panorámica al automóvil. Las paredes se encuentran repletas de pantallas de computadoras, no muy lejos hay un asiento en el que enfrente tiene un mapa, y otro donde hay armas.
Suprimi una risa al ver una lámpara con forma de helado.
- Lo sé, esa cosa no encaja aqui- comentó Raph sentándose a mi lado.
- Están hablando de mi ¿no es cierto?- pregunté refiriéndome al "círculo de debate"
- Mentiría si te dijera que no- suspire, tomando mi cabeza con ambas manos.
- Nunca debí hacerlo...
- No digas eso- dijo Raph seriamente- con esto me demostraste, nos demostraste, que no eras una de ellos. Posiblemente jamás lo fuiste.
La camioneta se detuvo y todos bajaron no sin antes mirarme como si fuera un bicho raro.
¿Un enemigo rodeado de héroes? Si, hay una probabilidad que lo sea.
- Y después de esto qué, ¿me uniré a ustedes?- dije con ironía, acercandome a él.
- Donnie quiere que te unas, Mikey ya se hizo a la idea, Leo lo sigue pensando, a Casey le da lo mismo, y Abril...
- Se niega rotundamente- termine su oración.
- No exactamen...
- ¿Tú quieres que me una?
- Ya sabes la respuesta- contestó muy cerca de mi oído, antes de pasar por mi lado y acercarse a Leo.
Ingrese a una alcantarilla un poco después, viendo a Michelangelo sobre un puff comiendo pizza mientras veía la televisión.
- Aún sigo pensando que no debe unirse a nosotros- soltó Abril cuando pase por detrás suyo.
- Como si quisiera formar un equipo contigo- susurre, logrando que ella gruñera.
- Ponte cómoda, esto tardara un rato- aconsejo Donatello, refiriéndose a la charla que sostenian Leonardo y Raphael. Ellos parecian no estarse poniendo de acuerdo, ya que no paso mucho tiempo antes de que empezaran a discutir.
Cuando estaba por sentarme en uno de esos raros puffs, vi que al otro extremo del lugar una luz salía por una puerta entreabierta. Eso atrajo mi atención lo suficiente para que me levantara y fuera a ver de que se trataba.
Me acerque a ella, y entre a una sala. Un árbol se encontraba en medio de ella, sus ramas sobresalían por las rendijas de las cloacas. Un pequeño altar se encontraba muy cerca de él; este le rendía homenaje a una foto donde un hombre junto a una mujer y un bebé aparecían.
La luz que me brindaba el árbol me fue opacada por una sombra. Mis ojos se abrieron notablemente ante la sorpresa, y retrocedí sin siquiera percatarme de ello.
- Lo siento, yo...- dije retrocediendo ante la presencia de aquel mutante. Choque contra el altar, ocasionando que la foto cayera. Logré atraparla antes que chocara contra el suelo, y miré la fotografía detenidamente- ¿Quienes son?
- Mi esposa Tang Shen, y mi pequeña bebé Miwa.
- Que extraño. Si son su esposa e hija, usted debe ser...- él me extendió su mano. Le entregue la foto y volvió a ponerla en su lugar.
- Tú debes ser la kunoichi que tanto oí hablar por parte de Raphael.
- Cre... creo que si.
¿Acaso Raphael hablaba de mí?
- Y dime ¿qué haces aquí?
- Es una larga historia.
- ¿Porque no te sientas? Quiero que me cuentes todo.
Y eso hice. Le dije sobre como mi ayuda significaba una traición hacia Shredder, los planes que estos tenían en su contra. Splinter, asi se llamaba, me escucho atentamente sin interrumpirme en ningún momento.
- Ayudaste a mis hijos, y te agradezco por eso. Hiciste lo correcto, comprendiste que los ideales de ese hombre no son los correctos.
- Siempre lo supe, pero me negaba a creerlo.
- ¿Y por qué razón permanesiste en ese clan?
- Mi hermana. Shredder... dijo que sabia el paradero de nuestra madre- el alzo una ceja, ocasionando que sonriera- si, si, yo jamás le creí, pero en mi defensa, ella me arrastro hacia allá, yo soy inocente- contesté, y ambos reímos.
- Tu madre...
- Desaparecio hace muchos años. No tengo recuerdos de ella, pero mi tio siempre dice que ella lo hizo para protegernos.
- ¿De quien?
- Eso es lo que siempre me preguntó- suspire- ahora no me quede nada, creo que asi lo quiso el destino- me obligue a formar una sonrisa.
- Que te parece unirte a nosotros- me volteé, y en la entrada del dojo se encontraba Leonardo.
- No lo sé... ¿de verdad me querrán en su equipo después de todo lo que les hice pasar?
- Es cosa del pasado, además necesitamos a una kunoichi de nuestro lado- contestó acercandose a mi- lo intentamos con Karai pero ella esta tan cegada por las palabras de su padre que no es capaz de escuchar.
Se arrodilló frente a mi, sonriendome por primera vez- ¿Qué dices?
Mire hacia el resto de su equipo. Michangelo y Donatello alzaron sus pulgares, y Raphael me sonrió de lado, lo que me hizo sonreír al instante.
- Me uniré a su grupo- contesté sin dejar de mirarlo. Raph rio mientras sus hermanos ingresaron al dojo.
Mikey se acerco a nosotros y paso ambos brazos por los hombros de Leo y míos.
- ¡Esto será asombroso! Cuatro ninjas y una kunoichi, el equipo perfecto.
- ¿Que hay de mi? También soy una kunoichi- intervino April, un tanto molesta.
- Aún estas en entrenamiento, no cuenta- contestó Raph, a lo que ella le dio un codazo en el hombro antes de salir del lugar.
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La Elegida [TMNT] (Terminada)
FanfictionMe mude a New York con la esperanza de obtener algo mas que mi vida en Toronto. Jane, mi hermana, nos incluyo a ambas en el Clan del Pie. Nuestra unica misión era destruir a cuatro tortugas mutante, pero al ver esos ojos verdes todos mis planes se v...