CAPÍTULO 32

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— Bueno.., Hermione creo que tenemos que hablar seriamente acerca de todo esto

Hermione frunció el entrecejo.
— De...??

Draco se mordió el labio inferior y la miró con ternura y preocupación al mismo tiempo
— Mi salida de Hogwarts está programada.

— Qué...!!!??? — ella abrió los ojos como platos.
— Cómo que está programada..?? — dijo Hermione con ceño Fruncido que retrocedió soltandose del rubio.

Draco avanzó hacia ella volviendola a tomar de la cintura, con cara de preocupación.
— Te lo explicaré, en serio, solo escuchame, si..?? — espetó Draco en voz suave y tranquila, ahora que por fin estaba con la castaña lo menos que quería, era perderla.

— Entonces... Sí te iras..??? — le dijo ella con voz preocupada y rostro de incertidumbre,
Un repentino escalofrío le recorrió desde la nuca bajando por toda su columna vertebral,
Ella castañeo los dientes levemente, no sabía si era porque el rubio le dijo que igual se iría, o tal vez por las ventiscas que se colaban desde el gran ventanal de la majestuosa Torre de astronomía.

Draco la observó atentamente en el rostro, y notó ése cambio,
La soltó y fue hacía su mochila que yacia a un lado de ellos,
Escudriño en ella, después de un segundo el chico sacó una abrigadora bufanda verde y plata, se levantó y fue hacía ella,

Hermione lo observaba tiernamente mientras él se acercaba a ella,

— Espero que no te moleste que sea de Slytherin.. — dijo el rubio en tanto se inclinó hacia ella y la rodeó con cuidado por el cuello con la prenda con los colores de su casa, se la acomodó bien, la acogedora bufanda cubría todo hasta el mentón, solo dejando colgar una parte donde se divisaba el incomparable emblema de la casa del rubio con la serpiente en medio.

— No.., está bien — le dijo en voz baja y tierna la castaña, ella al instante empezó a sentir la calidez de la prenda junto a un perfume a menta y ambar que la envolvía.

El chico rubio la tomó de la mano y la hizo avanzar hacia él, para luego rodearla con sus brazos e inclinando una mejilla sobre la castaña cabellera de la Gryffindor.

— Ya no tienes frío?? — le habló suave él chico que la abrazaba acogedoramente.

— No.. — le susurro ella que tenía su rostro entre el pecho y el hueco del cuello de Draco,
— Y tú no tienes frío?? — le preguntó ella que lo veía que estaba prácticamente con solo una camisa.

— Estoy acostumbrado a estos climas — le contestó suave Draco.

Ella levantó el rostro lentamente para verlo, sus rostros estaban demasiado cerca,
Hermione lo observó atentamente, ella quedó encandilada por esos bellos ojos grises que la miraban con atención.

— Tus ojos son hermosos — le susurro ella, que desde hace tiempo le gustaba ése color de ojos del rubio.

Él sonrió y un leve sonrojo apareció en sus mejillas,

— Y Tú eres preciosa — le susurro Draco,
— Siempre... lo pensé, pero nunca te lo dije — espetó el chico,

Lentamente él se inclinó y la besó casi acariciandole los labios.
Se separaron por unos segundos pero con un ligerísimo roce de sus labios inferiores se quedaron mirándose uno al otro, luego de nuevo el espacio entre ambos, el estrecho espacio desapareció porque  volvieron a juntar sus labios, un beso lento y suave los hacia disfrutar de cada minúsculo detalle y espacio de sus bocas,
Hermione se veía aprisionada de nuevo entre los brazos de Draco, la presionaba con un ligero, pero reconfortante presión, que a ella le hizo desaparecer cualquier frío que sentía, un beso exquisito, deleitante y al mismo tiempo delirante y con los rostros prácticamente pegados, los hizo olvidar nuevamente de todo su entorno.

SIN QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora