Ya había pasado unos días desde aquel encuentro de catarsis desenfrenado del Slytherin y la Gryffindor en la biblioteca, el cual terminó en un dulce y apasionado beso del rubio hacia la castaña,
Desde aquel momento los días de Hermione Granger ya no eran los mismos, la gran mayoría de sus días se las pasaba absorta en sus pensamientos, caminaba por los pasillos de Hogwarts como zombi, arrastrando los pies, y muchas veces con la mirada perdida en la nada,
Ya era sábado por la tarde, donde se observaba al sol ocultándose tras una cadena de montañas revestidas con inmaculada nieve, el sol prácticamente se solapaba dando paso al azul añil de la noche, otra noche fría y Congelante oscuridad cubriría el castillo, desde ése día de lo ocurrido Hermione no había visto a Draco , no porque no quería, ella sabía que él no estaría por el colegio, la última vez el rubio le había dicho que solo tenía tiempo hasta el martes, luego se ausentaria el resto de la semana, por ir al hospital con su madre,
Eso también la preocupaba.Ella no dejaba de pensar en cómo se había puesto al contarle por todo lo que él estaba pasando, entre lágrimas y zollosos con rabia, le dijo que ella era la única que demostró preocupación por él, la única que veía a su lado en medio de todos sus problemas, Hermione en ése momento se le destrozó el corazón, lo único que le nacía, era en acobijarlo entre sus brazos, y consolarlo , el rubio se había expuesto ante ella, contándole del porqué ése comportamiento fluctuante en él, y una de las confesiones más impactante , fue que él no seguiría los pasos de su padre, no quería convertirse en un mortifago, y expuso sus antebrazos desnudos ante ella,
Hermione sentía el dolor y sufrimiento en cada una de sus palabras, tenía tantas ganas de abrazarlo, pero se veía alterado, entonces hizo lo que le nació en ese instante, le secó las lágrimas con las manos.Y luego en el silencioso y apacible lugar de la inhóspita biblioteca , Malfoy, el rubio platinado de Slytherin le había dado el mejor beso que había recibido en su vida,
Con solo rememorar aquel beso se estremecia, con solo recordar esos perfectos labios posarse sobre los suyos el corazón le volvía a latir desenfrenadamente , al sentir como sus labios se dezlizaban con extrema suavidad casi como una caricia, con total sutileza y leves movimientos fue poseyendola y apoderándose de su boca, ella al principio sintió un pánico por la sorpresa, pero mientras más lo sentía, el pánico fue convirtiéndose en placer y la había derretido por completo, el tacto de su mano rozandola el cuello como una tersa seda le produjo una corriente eléctrica que nunca había sentido.
El rubio había tomado el control de su boca y también de ella,
Hermione no podía hacer nada, ella estaba bajo su merced, aún si quisiera, su cuerpo no le respondía, simplemente rendida a esos labios que continuamente la invadía con leves movimientos cada vez más apasionados, ella cerró los ojos y se dejó llevar, mientras sentía sus labios fusionandose un aroma a menta y ambar jugueteaban con sus sentidos e intensificando cada vez más esos cosquilleos que le producía ése rubio platinado.Hermione estaba sentada frente a la cálida chimenea de la sala común de Gryffindor, sentada en cuclillas abrazando sus propias piernas,
Sumergida en esos recuerdos que rememoraba una y otra vez
El silencio la iva cobijando con ahínco mientras solo se oían el sonoro crepitar de los leños consumiendose entre las llamas,
Sus marrones ojos observaba las flamas que oscilaban juguetonas entre ellas, su mirada perdida reflejaba el titilar de la hoguera.Ella en ése momento tenía en una de sus manos la carta que Malfoy le había devuelto, esa carta que comenzó todo éste cuento, lo que más quería y ahnelaba hace unas semanas era recuperarla, pero ahora ya ni le importaba su existencia,
— Cómo puede decirme todas esas cosas y marcharse como si nada???— se susurro para sí misma,
— Yo también quería hablarle — se dijo con los ojos aun perdidos en la hoguera, pero la impresión de todo lo que sucedió no la dejó reaccionar.
A Hermione le pasaba un millón de cosas por la mente pero lo que le retumbaba más, fue aquel " Me Gustas" esas palabras le hacían eco en su interior, el eco recorría su cabeza como en un largo pasillo en cuyas palabras se oían cada vez más potentes.
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SIN QUERER
FanfictionCuando al más soberbio y altanero de Slytherin, Draco Malfoy, se le presenta la oportunidad de someter y extorcionar a una Gryffindor decidida a no revelar su secreto , un secreto que nadie se lo imaginaba, Hermione Granger se ve chantajeada por...