CAPÍTULO 10

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El crepúsculo de la tarde se asomaba con intensos colores anaranjando entrelazado con rojizos profundos,
Congelantes ventiscas arremolinaba las ultimas hojas del decayente otoño, dando paso al intenso invierno, en todo Hogwart se respiraba un aire tranquilamente superficial, hasta donde se alcanzaba a ver.

Mientras en una de las salas más cómodas y cálida del colegio, se divisaba un gato de color jengibre y cola de cepillo que descendía de la escalera, con lentos pasos sinuoso, se dirigía hacia una castaña frente a una cálida chimenea, sentada en cuclillas con los brazos alrededor de las piernas y la cabeza gacha entre las rodillas, las vividas llamas iluminaba sus castaños cabellos que fueron adquiriendo sus característicos risos de siempre,

El felino se arrimó sutilmente acariciandose por la castaña.

— Crookshanks.. — susurró Hermione cuando advirtió a su gato, éste ronroneaba mientras la muchacha le rascaba atras de las orejas, ella torció una sonrisa, luego volvió la mirada hacia la ardiente fogata en frente, sus marrones ojos brillaban a la luz titilante del fuego, se notaba una preocupante mirada en su rostro .

Ya pasaron dos días desde su último encuentro con el rubio de Slytherin, ése fin de semana en particular fue agotadoramente larga, pues desde ese día que dejó a Malfoy sangrando en la biblioteca no lo volvió a ver, no porque ella no quería, si no porque el rubio no daba señal de su presencia en todo el colegio.

Además Hermione quedó algo preocupada dejándolo solo, porque aparte de su sangrado, cuando la alejó precipitadamente el rubio estaba más pálido de lo normal, se veía enfermo, " y si tenía algún otro golpe interno" pensó, se mordió el labio de preocupación.

Allí sentada con unos desgastados vaqueros, un suéter de lana color rosa y  una abrigadora bufanda de los colores de Gryffindor, ella permanecía en profundo silencio pensando,

La última vez Draco lucia muy enojado , que Hermione había pensado que el trato entre ambos se había roto, así que ella se esperaba en cualquier momento una publicación de su carta en primera plana en " El Profeta" o la revista " Corazón de Bruja",  ese fin de semana, ella había recibido su ejemplar del periódico con gran ansiedad y nervios, hojeando rápidamente las hojas para asegurarse de que si su carta no se había publicado, no antes sin arrebatarle con avidez su ejemplar a Harry, el pelinegro solo se encogió de hombros, diciendo que las noticias eran más entretenidas si Hermione se los leía.

Pero rato después también Ginny quedó estrañada cuando vio a la castaña como se apoderaba de su edición " Corazón de Bruja" cuando una lechuza se posó frente a la pelirroja,
Hermione hojeo velozmente las páginas de la revista dando de escusa que era una investigación,

En fin, Hermione no encontró ninguna publicación que amenazace su normal vida en Hogwarts.
Pero aún tenía una densa inquietud en su interior.

Malfoy no se había comunicado con ella, ni tampoco aparecía por ningún lado, ella le había mandado algunas lechuzas, pero Malfoy no contestaba,

En ese momento a Hermione solo le quedaba observar pensativa  el crepitar de las llamas, mientras Crookshanks se hacia ovillo a su lado.
De pronto se oyó abrir deprisa la puerta, Hermione giró la cabeza, y vio entrar a la carrera a una pelirroja, un poco exasperada,

— Ginny?? — habló Hermione desde su lugar sentada.

La pelirroja se sobresalto un poco cuando oyó a su amiga, llevándose una mano en el pecho,
— Me asustaste Hermione — dijo Ginny dirigiéndose hacia ella,

La castaña frunció el ceño
— Y... Qué te pasa?? — le preguntó, pues se veía como si estuviera en una persecución,

Ginny con respiración agitada y lanzando miradas furtivas empezó a hablar,
— Bueno... Creo que tengo un problema — de a poco recuperaba el aliento, se arrodilló alado de la castaña,

SIN QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora