SIN QUERER

CAPÍTULO 7

Un encapotado cielo gris daba la bienvenida a un nuevo día , una continúa y persistente lluvia inundaban los terrenos de Hogwart, llenándolo de traicioneros raudales,y pequeños arroyuelos que se precipitaban hacía el lago negro, mientras frías ventiscas se colaban por los pasillos del colegio de Magia y Hechiceria, nadie se atrevería a salir de sus cómodas camas temprano,excepto por una castaña,

La sala común de Gryffindor se encontraba en silencio ni un sólo ruido, totalmente inhóspito , salvo por el continuó traqueteo de la lluvia golpeando las ventanas del recinto,
Una chimenea con las llamas casi consumidas en su totalidad, iluminaba a una castaña arrodillada frente a una mesa de madera recostada sobre la misma, descansando la mejilla sobre un libro, que se titulaba" Abracadabra patas de cabra," el sueño le había ganado la partida, quedándose rendida,

El día anterior un imprevisto encuentro con un maquiavelico Slytherin no la dejó dormir, ese día después del encuentro, Hermione fue a su habitación, sin salir el resto de la tarde, se negó a salir, hasta para ir a cenar , inclusive con la insistencia de sus amigos, con el pretextos de prepararse para sus Timos y exámenes.

Aunque en realidad estaba buscando una idea o hechizo para librarse de Malfoy, indagando en cada uno de los libros que tenía, vacío el baúl del colegio que estaban repletos de libros, hasta pidió prestados algunos ejemplares de "Embrujo rapid" de sus compañeras de habitación , buscando una manera de poder recuperar lo suyo y librarse del vil Slytherin.

Así estuvo toda la tarde , hasta muy entrada la noche, después de la media noche sus compañeras de cuarto le lanzaron miradas desdeñozas, haciéndola saber su disconformidad por el continuó estrépito de las hojas y movimientos,

Entonces decidió bajar a la sala común, llevándose todos los libros que podía llevar en sus brazos.
Allí se instaló el resto de la noche y madrugada investigando una salida del problema en la que estaba.

Pero pasado las dos de la madrugada, cayó en un profundo sueño, que ni siquiera sintió cuando la lluvia empezó a azotar afuera

Con la cabeza inclinada, y una respiración monótona, seguía durmiendo, unos castaños rizos caían sobre su rostro, sus ojos estaban profundamente cerrados, la tez blanca y lisa de terciopelo y unos labios rozagantes le daba un semblante angelical, digna de apreciar.

De repente sintió un pequeño roze en la punta de su respingada nariz, ella hizo una pequeña mueca arrugando un poco la nariz, un segundo después volvió a sentirlo por segunda vez, obteniendo el mismo resultado, ahora acompañado con un manotazo y un leve gemido.

Luego sintió como los rizos de la cara se le acomodaban detrás de la oreja, despejando el rostro.
- Hmmm... - murmuró la castaña aún dormida.

Alguien seguía acomodando sus rizos para que no cayeran nuevamente sobre su cara.
Ella abrió lentamente los ojos, su mirada borrosa distinguió a alguien observándola fijamente,
Sonrió, aún con la confusa mirada logro distinguir a un pelinegro, que le devolvía la sonrisa.

- Estoy soñando?? - preguntó susurrando la castaña.
Que todavía seguía sobre su libro

- Dímelo tú - Harry la mirada con la cabeza inclinada.

Hermione sonrió
- Sí, esto es un sueño - afirmó somnolienta y posó su mano sobre la mejilla del pelinegro, un poco confuso.

- Hermione... Te quedaste aquí toda la noche?? - preguntó Harry quedándose ante la caricia de su amiga.

- Harry... - dijo susurrando ella,

- Sí.. ?? - respondió éste

- Harry..??? - preguntó Hermione dubitativa, mientras abría más los ojos