SIN QUERER

CAPÍTULO 8

Hermione corrió tan rápido que frenó  precipitadamente deslizandose  frente al umbral de la biblioteca.
Jadeando entró en el lugar, y fue directo en dónde ayer se vio con el rubio.
Se dirigió al encuentro con presurosos pasos que resonaban en pacífico sitio.

Aún así llegó algo sofocada y con aspecto cansado, y desde luego ahí estaba él,
El Slytherin estaba sentado en una silla a la que hacía rechinar por una pequeña inclinación, tenía los  pies cruzados sobre la mesa y con las manos en la nuca, esperando despreocupado.

Draco Observó a la castaña con los ojos entrecerrados acentuando un brillo intenso en sus ojos grises.
— Llegas tarde Granger — espetó Draco,

— Pero llegué — dijo la castaña aún recuperando el aliento — o no?

Malfoy se levantó y fue hacía Hermione,
— Lo olvidaste?? No?? — musito despacio mientras cruzaba los brazos frente a ella.

Hermione le hubiera dicho que si, pero no dijo nada, se limitó a fruncir los labios.

— Si te demorabas cinco minutos más te iva a poner un castigo — dijo Malfoy mientras se le apareció una pequeña sonrisa.

— Castigo?? — habló la castaña quien frunció el ceño.

— Pagarías con una prenda — explicó el rubio con mirada traviesa,

Hermione lo miró directo, y se tomó disimuladamente la túnica,

— Obviamente no te la quitaría Granger — habló Malfoy con media sonrisa, haciendo un ademán con la cabeza.
— Si no, que te pondría una — continuó, mientras Hermione lo miraba con cautela

— Qué quieres decir?? — preguntó ella con voz seca.

Malfoy sacó del bolsillo algo y la sostuvo frente a ella, exhibió una insignia, Hermione lo reconoció al instante,como lo olvidaría, si el mismo rubio fue el promotor de las placas, con letras rojas y brillantes se formaba las palabras " POTTER APESTA" , mientras se le aparecía una sonrisa burlona en los labios del rubio platinado.

Hermione lanzó un resoplido.
— Olvidado Malfoy — dijo entredientes

— Este sería uno de los castigos, aunque admito que se vería mejor si llevaras el uniforme de Slytherin — dijo riéndose.

Hermione veía un goze total en el cara puntiaguda del Slytherin, definitivamente estaba empleando su venganza al máximo, desde el momento que la castaña había aceptado ser una sirviente de Malfoy, ella sabía que sería como firmar un contrato con el diablo, pero también el Slytherin no tenía ni la más remota idea que ella también iva craneando algo para deshacerse de él.

Hermione de pronto salió de sus pensamientos y advirtió que Malfoy  se le quedó mirando, entornando sus penetrantes ojos grises que la examinaron con determinación el rostro y el pelo.

— Qué?? — Dijo ella

— Te... Peinaste...Granger???— preguntó Draco Malfoy.

— Y Que si me peine o no?? — dijo mientras iva hacia la mesa, abrió la mochila, y desparramó sobre la fría mesa de madera lo que había arrojado con prisa en la mochila.

— Y esto que es?? — habló Draco observando con desprecio las roquillas y pasteles glaseados.

— El desayuno — respondió la muchacha quién descargo todo lo que llevaba,

Malfoy frunció el ceño y con mueca de desagrado,
— Piensas que yo voy a comer esto — dijo mientras tomaba una rosquilla arrojandola con asco en el piso,
— Para tu información Granger, yo no como estas cosas, quizá esto le encante al cerdo de Weasley, pero.. Yo jamás comería esto.