Brindis con Veneno (Completa)

Capítulo 11

Shalley Brown

No sabía que había pasado, pero el profesor ahora estaba en el suelo con su nariz sangrando y su mano derecha tratando de parar el líquido rojo que manchaba su pecho desnudo. Dirigí mi vista un poco más lejos y pude ver el rostro de Gael vuelto una furia, sus ojos expresaban molestia y desagrado, sus manos estaban hechas puños con sus nudillos totalmente blancos, sentía su cuerpo tenso, como si lo que hubiera visto le fuera causado el peor y más asqueroso sentimiento, pero lo entiendo ¿Cómo te pondrías tú al ver un acto tan anormal? Sin pensarlo me arrojé a los brazos de Gael mientras volvía a romper en llanto, había puesto mis bragas en su lugar, pero mis pechos aún seguían al aire libre.

—Eres un maldito Gael — dijo el profesor lleno de ira —, deja de meterte en lo que no te importa.

—Mire señor, no tengo padres que me amenacen, así que no venga con aires de querer hacerlo — musitó sin expresión alguna mientras me abrazaba con sus cálidos brazos.

—Conmigo nunca pasarás la materia Gael, me encargaré de que siempre pierdas los años y te conviertas en basura — amenazó nuevamente mientras lo señalaba.

—Me importa un carajo si hace eso y también me importa una mierda si se revuelca con medio colegio — susurró con la voz suficiente para que el profesor escuchara —, pero a Shalley no le voy a permitir que la vuelva a tocar.

Gael me tomó de la muñeca y me llevó fuera del salón, mis lágrimas habían cesado y aún sentía su aroma totalmente cerca, mis mejillas sonrojadas se hicieron presentes al recordar sus últimas palabras ¿Por qué había dicho eso? Quisiera preguntarle, pero sabía que de alguna manera iba a evadir mi pregunta. Gael me dirigió una mirada curiosa mientras yo trataba de tapar mis pechos, él sonrió tiernamente haciendo que me derritiera de ternura, su mirada reflejaba muchas cosas, menos morbo o lujuria, en pocas palabras, a pesar que estaba casi desnuda, ningún pensamiento malo se le cruzó por la cabeza en ese momento.

—G-Gracias Gael — agradecí con una débil sonrisa.

—Vaya, ya sabes mi nombre — fue lo único que dijo para luego empezar a caminar — te daré una consejo Brown, nunca accedas a quedarte a solas con un profesor, son unos malditos.

Vi como su silueta empezaba a alejarse más y más, yo terminé de organizar mi camisa y salí corriendo para mi casa, nuevamente ese chico de malas mañas me había salvado de un final aterrador, tenía tanto que agradecerle a un total desconocido; Por otra parte, la imagen de Hamilton no se borraba de mi cabeza, tal vez Han ya no era mi mejor amigo, pero me lastimaba el hecho de saber que su novia se estaba acostando con uno de los profesores, lastimosamente no tenía pruebas, ni tampoco tenía intenciones de buscarlas.