Capítulo 16

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Shalley Brown

Estaba muy nerviosa, mi madre se encontraba igual, pero había algo raro en ella, algo que realmente nunca había visto, pues su rostro pálido como el color blanco, me hacía entender que no solo mi problema le estaba afectando ¿Qué le ocurría? Se encontraba desde que había visto a Gael, entendía que el era una mala influencia y tenía su problema de drogas, pero no era para que ella se pusiera así, había algo más y tenía que averiguarlo. Habían pasado algunos minutos y al fin Gael había salido junto con el director, él muy amablemente me pidió disculpas a lo cual yo quedé anonanada.

Con voz suave y decidida, me confesó que Gael le había mostrado pruebas que demostraban la culpabilidad de Hamilton, la imprudencia del profesor y mi inocencia, me sorprendí al ver lo rápido que él había logrado demostrar mi inocencia, quería preguntarle cómo lo había hecho, pero sabía que no me respondería diciéndome que hacía muchas preguntas, pero eso no iba a impedir que lo intentara. 

—Bueno Shalley, ya me iré a casa — comentó mi madre un tanto preocupada — sabes que si algo pasa puedes contar conmigo.

—Tranquila mamá, todo estará bien — sonreí y la abracé — que tengas lindo día.

Mi mamá pasó de largo y ni siquiera las gracias le dio a Gael, abrí mis ojos totalmente por la manera grosera en la que se había comportado ella, mi madre siempre ha sido una mujer ejemplar, decidida, amable y sobre todo muy cariñosa, no entendía para nada el comportamiento hacia Gael, pero a él no pareció importarle. Estaba decidida a volver a mis clases, pero Gael me lo impidió sacándome del colegio sin que nadie nos viera, me sentía mal por lo que estábamos haciendo, pero la adrenalina llenaba mi vida de emoción.

—Vamos Brown, quita esa cara — musitó con una sonrisa — deja de ser una persona voluble.

—¿Qué tiene que ver mi inestabilidad con ésto? — pregunté dudosa.

—Porque si dudas de algo solo te hace inestable — me guiñó un ojo y me tomó de la mano — quiero invitarte a un helado, debe ser horrible pasar por tantas cosas.

No dijimos más y seguimos caminando, mis mejillas sonrojadas me avergonzaban más, no podía parar de pensar en cómo su mano sostenía la mía con suavidad y delicadeza, a él parecía no importarle, solo tenía su mirada fija en los diferentes lugares donde podríamos comprar un helado. Después de media hora llegamos a una pequeña heladería donde ambos pedimos uno de chocolate, destape el mío y estaba dispuesta a morderlo, pero Gael me jalo del brazo pidiéndome que corriera, lo miré extrañado y fue ahí donde la señora de la heladería pegó un grito que me hizo correr inmediatamente.

—¡Malditos ladrones, llamaré a la policía! — gritó la señora a todo pulmón — me las pagarán malditos.

—Eres un ton... Tonto Gael — dije con mi respiración atascada.

—Vamos, no pares, sé de un lugar donde podemos escondernos.

Brindis con Veneno (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora