Capítulo 14

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Gael Castles

Podía admirar sus mejillas color carmesí desde muy cerca, sabía que estaba enojada, confundida y sobre todo decepcionada, sentía un poco de lastima por ella y también algo de gracia, ella podía muy fácilmente ser manipulada por una persona porque todo se lo cree, pero eso solo hacía que creciera mis deseos de protegerla, cuidarla contra todo y contra todos. Shalley estaba frente de mí con sus ojos casi cristalizados y podía afirmar que ahora el confundido era yo ¿Le dolía mi traición, que realmente no era cierta? O simplemente estaba lastimada porque todo el colegio nuevamente se estaba burlando de ella.

No sé en qué momento ella empezó a llorar tapando su rostro con ambas manos, mi cuerpo por inercia la abrazo dándole consuelo y protección, ella no se negó y también me abrazó mojando mi asqueroso uniforme, pero no importaba, nada importaba, solo importaba que ella estuviera bien y no podía decir nada, solo abrazarla hasta que estuviera lo suficientemente estable para contarle lo que realmente había pasado¿Me creería? No tengo ni idea, pero al menos quedaría con mi conciencia tranquila, pues le había contado lo que realmente pasó.

—Te contaré lo que realmente pasó Brown — ella asintió y se sentó a mi lado, su nariz y mejillas estaban rojas haciéndola ver realmente tierna — ¿Quién más estaba en el colegio esa tarde?

—Hamilton, aunque creo que ella ya se había ido — susurró con su voz débil.

—Crees mal, Hamilton estaba tras las puertas esperando algún momento para hacerte ver cómo la mala y no como la víctima — carraspé y seguí — lo que me llamó la atención fue eso, ella sacó su celular y empezó a tomar fotos, me acerqué y lo vi todo.

—Lamento haber desconfiado de ti, no debí haberle creído a una arpía como Hamilton — sus ojos nuevamente se inundaron de lágrimas y yo nuevamente la abracé —, ahora todos me ven como una cualquiera.

—Ojalá le hayas contado todo a tu madre — me miró confundida — no hay un solo profesor o director con el que ella no se haya acostado, así que todos estarán en tu contra.

No podía evitar sentir un escalofrío recorrer mi columna vertebral, mis manos tomaron su rostro limpiando las lágrimas húmedas que bajan sin cesar, deseaba tanto besarla y darle todo de mí, pero yo no era bueno para ella, ésto no podía ser posible. Tomé su rostro nuevamente y bese son frente con suavidad, ella se aferró a mí susurrando un gracias el cual hizo que mi mente explotara y mi corazón saliera de mi pecho, ella con una sola mirada podía hacer mis días soleados o una tormenta sin arcoiris. 

Gracias por leer 💜

Brindis con Veneno (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora