Gael Castles
Habíamos dejado a la chica sin darle explicaciones, ahora el director y yo nos dirigíamos a su oficina, podría afirmar que la mayor parte del tiempo mantengo allá dentro que en una clase, pues todos los días un profesor o incluso él me llevan ahí, algunos se quejan porque nunca entro a clases, otros porque me ven con cualquier sustancia dañina que no debería estar consumiendo en una institución, pero eso no es problema de ellos, el problema es mío y solo yo soy responsable de mi cuerpo y mis acciones.
—¿Qué voy a hacer contigo Gael? — preguntó para si mismo mientras masajeaba levemente su frente.
—Porqué solamente no me deja ir y se ahorra el mismo sermón de todos los días — le aconsejé sin emoción alguna.
—Mira Gael, que tú mismo te hagas daño no es mi problema, pero no tienes porqué llevarte a otras personas entre las patas — dijo con tono suave y cancino.
—¿Lo dice por la señorita Shalley? — pregunté y él asintió — usted solo es director cuando le conviene.
—¿Qué quieres decir con eso? — pude notar como la vena de su frente se empezaba a brotar. Le había dicho la verdad en la cara y le había dolido.
—Hace algunas horas la mitad del colegio se burló de ella ¿Usted estuvo ahí para poner orden? No, su colegio hace y usted no cuenta se da — me levanté de la silla y me dirigí a la puerta — si no está para esos problemas, no se venga a preocupar por si la chica tiene algún vicio.
Salí de su oficina y me dirigí hacia las escaleras, era el único lugar que se encontraba vacío incluso cuando nadie estaba en clase. Saqué una pequeña bolsa con un polvo blanco para luego ingerirla sin pensarlo, necesitaba relajarme después de la tonta escena que había hecho el director, solo era alguien superior cuando le convenía serlo, pero cuando un alumno realmente lo necesita simplemente se hace el sordo y ciego.
A ella la había visto algunas veces siendo la burla de todos, si viviera por ella y no por los demás, su vida sería más simple y serena; Sin embargo, desde la primera vez que la vi no pude negar que sentí algo en mi interior, como si en algún momento de mi vida la hubiera conocido y fuera formado parte de mi vida.
"Que estúpido eres Gael"
Pensé en mis adentros para luego prender un cigarro y liberar mis problemas por medio del humo gris que demostraba lo cruda y fría que era la vida, algunos nacen con estrellas brillantes y riquezas, otros nacemos estrellados y con pobrezas tocando nuestra puerta cada mañana.
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Brindis con Veneno (Completa)
RomanceGael Castles ha decidido pasar toda su vida hundido entre las sustancias psicoactivas, al no tener el cariño de sus padres Gael ha encontrado la tranquilidad entre las drogas. Un destello fugaz brillante llegó para iluminar hasta el lugar más oscuro...