Shalley Brown
El aire en la casa estaba un poco pesado e incómodo, no era fácil admitir todo esto, ayer era hija única y me encontraba atraída por un chico con el que no llevaba mucho tiempo de conocerme y hoy, hoy tengo un hermano que claramente era ese chico guapo y problemático, sí, estaba envuelta en una historia cliché que solo pasaba en las películas, pero ahora la realidad a tocado mi cuerpo y me obligó a dejarla entrar ¿Qué haré ahora? Aun no lo sé, pero debo confesar que tengo miedo, mucho miedo.
La puerta principal sonó unas cuantas veces, mi madre y yo nos sorprendimos al oírla ya que estaba realmente tarde y no conocíamos a nadie que quisiera venir a ésta hora. Yo me ofrecí a abrirla y mi madre no se opuso, me dirigí a la puerta y la abrí, pero en ese mismo momento se congeló todo lo que había dentro de mí, no era el mejor momento para verlo o para explicarle todo lo que estaba sucediendo, aún no me lo creía y estaba segura que él menos, así que no, no quería verlo ahora.
—Sé que tu madre no quiere que te vea — me recordó con tono suave —, pero necesito saber la razón de tu huida.
—Éste no es el mejor momento para explicarte eso Gael — dije claramente — prometo que mañana en el colegio te lo explicaré todo, pero ahora no.
—¿Todo está bien? — preguntó mirando a mi madre envuelta en lágrimas.
—Mañana te lo explicaré, ahora verte, por favor — le supliqué.
Gael besó mi frente y salió de mi casa, yo me senté en el suelo con mi cabeza recostada a la puerta, la vida estaba siendo muy injusta conmigo y yo solo quería llorar; sin embargo, sabía muy bien por lo que estaba pasando mi madre y decidí entenderla un poco y abrazarla hasta juntar los pedazos de su corazón, la quería mucho y me dolía verla así. Pasaron algunos minutos y decidimos ir a dormir, mañana debía enfrentar la realidad de cara y probablemente eso me rompería el corazón en mil pedazos.
La mañana fresca y melancólica hacia fuego con mis sentimientos, por primera vez en la vida me había levantado temprano y eso ya era un récord en mí. Esa pequeña sensación en el pecho que no te deja respirar era justo lo que sentía, no quería perder a Gael, pero lo que estábamos haciendo no era correcto y aunque no había sido nuestra culpa, ya era hora de terminar con semejante pecado, aunque dejara de vivir, aunque mi corazón dejara de latir.
—¿Estás lista? — cuestionó mi madre tras la puerta de mi habitación.
—Nunca había estado más lista — susurré seguido de un gran suspiro.
¿Listos para lo peor?
No me maten
Yo los quiero mucho
🙏🙏💜😭
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Brindis con Veneno (Completa)
RomanceGael Castles ha decidido pasar toda su vida hundido entre las sustancias psicoactivas, al no tener el cariño de sus padres Gael ha encontrado la tranquilidad entre las drogas. Un destello fugaz brillante llegó para iluminar hasta el lugar más oscuro...