Capítulo 25

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Shalley Brown

El aire en la casa estaba un poco pesado e incómodo, no era fácil admitir todo esto, ayer era hija única y me encontraba atraída por un chico con el que no llevaba mucho tiempo de conocerme y hoy, hoy tengo un hermano que claramente era ese chico guapo y problemático, sí, estaba envuelta en una historia cliché que solo pasaba en las películas, pero ahora la realidad a tocado mi cuerpo y me obligó a dejarla entrar ¿Qué haré ahora? Aun no lo sé, pero debo confesar que tengo miedo, mucho miedo.

La puerta principal sonó unas cuantas veces, mi madre y yo nos sorprendimos al oírla ya que estaba realmente tarde y no conocíamos a nadie que quisiera venir a ésta hora. Yo me ofrecí a abrirla y mi madre no se opuso, me dirigí a la puerta y la abrí, pero en ese mismo momento se congeló todo lo que había dentro de mí, no era el mejor momento para verlo o para explicarle todo lo que estaba sucediendo, aún no me lo creía y estaba segura que él menos, así que no, no quería verlo ahora.

—Sé que tu madre no quiere que te vea — me recordó con tono suave —, pero necesito saber la razón de tu huida.

—Éste no es el mejor momento para explicarte eso Gael — dije claramente — prometo que mañana en el colegio te lo explicaré todo, pero ahora no.

—¿Todo está bien? — preguntó mirando a mi madre envuelta en lágrimas.

—Mañana te lo explicaré, ahora verte, por favor — le supliqué.

Gael besó mi frente y salió de mi casa, yo me senté en el suelo con mi cabeza recostada a la puerta, la vida estaba siendo muy injusta conmigo y yo solo quería llorar; sin embargo, sabía muy bien por lo que estaba pasando mi madre y decidí entenderla un poco y abrazarla hasta juntar los pedazos de su corazón, la quería mucho y me dolía verla así. Pasaron algunos minutos y decidimos ir a dormir, mañana debía enfrentar la realidad de cara y probablemente eso me rompería el corazón en mil pedazos. 

La mañana fresca y melancólica hacia fuego con mis sentimientos, por primera vez en la vida me había levantado temprano y eso ya era un récord en mí. Esa pequeña sensación en el pecho que no te deja respirar era justo lo que sentía, no quería perder a Gael, pero lo que estábamos haciendo no era correcto y aunque no había sido nuestra culpa, ya era hora de terminar con semejante pecado, aunque dejara de vivir, aunque mi corazón dejara de latir.

—¿Estás lista? — cuestionó mi madre tras la puerta de mi habitación.

—Nunca había estado más lista — susurré seguido de un gran suspiro.

¿Listos para lo peor?
No me maten
Yo los quiero mucho
🙏🙏💜😭

Brindis con Veneno (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora