Capitulo 15

450 90 46
                                    


Mando a Emma a que se dé una ducha, mientras tanto cambio las sábanas de su cama por nuevas y limpias, también bajo a la cocina y le preparo un té. Es casi un milagro que esto sea lo único que pueda preparar sin arruinarlo.

Aidan llega sin la compañía de Derek, agitado como si hubiese corrido un maratón.

—¿Y a ti que te paso? — pregunto

No me contesta, tan solo se limita a abanicarse con la mano que no sostiene la bolsa de la farmacia y le sirvo un vaso de agua pasándoselo, el cual se lo acaba de un sorbo. Me lo extiende pidiendo otro, y hace el mismo procedimiento que la primera vez

—No corriste hasta allá ¿o sí? — digo a modo de broma, pero él solo asiente

—Pues claro que sí, ¿De que otra forma llegaría hasta allá? — expone como si fuera lo más obvio del mundo.

Siento que las comisuras de mis labios tiemblan queriendo sonreír por verlo actuar como idiota y me volteo para que no me vea y vuelvo a hablar.

—Tienes un auto y una motocicleta — le recuerdo mientras volteo a verlo de reojo y veo como cierra los ojos y suelta una maldición.

Me es imposible no soltar una risilla casi inaudible pero aun así el alcanza a escucharla.

—Sonreíste, lo hiciste — me acusa

—No lo hice

Me apunta con su dedo índice y se acerca a mí.

—Hazlo de nuevo — pide y me niego

—No lo hice y no lo hare

Esta tapando mi única salida así que le arrebato la bolsa y sin derramar el té me escabullo por debajo de su brazo y corro hacia arriba mientras él no deja de llamarme. Me detengo antes de llegar a la planta de arriba volteando para encontrarme con el frente a mí y se queda completamente quieto. Con los ojos muy abiertos señalo la recamara de Emma y sé que logra entenderme sin decir una palabra.

—Emma adora los superhéroes — explica sonriendo —Como puedes darte cuenta, su favorito es Spiderman. —Señala su cuarto donde se encuentra una figura tamaño real del hombre araña, y no solo eso, tiene figuras de colección y cómics.

—Habría sido un buen dato para su regalo ¿no crees?

—Oh no importa, también le gustan las muñecas, el cuarto de allá, ¿lo ves? — señala una puerta al final del pasillo y asiento.

—Es su cuarto de muñecas, lleno de brillos y todo rosado, personalmente me gusta más el lado de los superhéroes

La conversación se acaba cuando escucho que Emma llama a su hermano, el cual se pone incomodo y me manda a mí .

Terminó su ducha y su cama esta lista, cepillo su cabello, el cual cada día se ve más blanco que rubio, no dejo de explicarle las cosas que debe saber. Ella realmente es como una pequeña esponjita que absorbe todo.

Le doy una pastilla con el té, la cual la pone a cabecear, en parte por lo fuerte de la pastilla y por los dolores que aún no se van.

La acuesto en su cama sin dejar de acariciar su cabello, Aidan nos ve desde el marco de la puerta en el cual esta recostado. Nos quedamos observando el uno al otro por unos largos minutos, sin decir nada, es como si no necesitáramos comunicarnos verbalmente y una vez más la voz de su pequeña hermana nos interrumpe.

—Mami — murmura en mi dirección, haciendo que mi corazón revolotee y palpite rápidamente, aun cuando sé que no es a mí a quien llama.

Veo como Aidan se tensa e intenta acercarse a ella disgustado por lo que ha dicho y lo detengo poniendo una mano en su pecho impidiendo que se acerque a ella

GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora