Joder.
Andy sigue en las escaleras observando el vibrador como queriendo descifrar que es.
—Andy — le digo suavemente y acercándome a paso lento para que no huya con él
—¿Porque tienes una de estas? — pregunta viéndolo ahora con fascinación —Mi abue tiene una también
¡Iugh! no necesitaba saber eso.
—Mi abue dice que es una varita mágica que te hace ser feliz
Mientras más balbucea va frunciendo su ceño y se concentra en mí que estoy a unos cuantos pasos de el para quitarle el vibrador — ahora, varita mágica — según él.
—Espera — dice sopesando todo —A mi abue le funciona, porque siempre está feliz, pero tú nunca estas feliz — me apunta con el vibrador —Mi abue también dice que no funciona en pequeños, ¿es por eso qué no funciona contigo? — inquiere señalándome con la varita mágica y mirándome de forma sospechosa.
Ignoro el hecho de que he comenzado a llamarlo varita mágica.
—Si Andy — le doy la razón — esa varita mágica solo funciona en personas mayores
El asiente tomando la información mientras se cruza de brazos y posa la varita en su barbilla.
«Dios, no»
—Es por eso qué tu no debes tomarlo — añado rápidamente, me le voy encima y se lo arranco de las manos, escondiéndolo tras mi espalda.
Se encoge de hombros restándole importancia.
—Tu y mi abue son unas envidiosas, tienen sus varitas felices escondidas para que las demás personas no puedan serlo, pero está bien, puedo ser feliz sin ella — señala, orgulloso de sí mismo
Asiento, dándole la razón una vez más.
— Ve a la cocina, la comida llego hace rato y se enfriara
— Voy porque tengo hambre, no porque tú lo digas — dice volviendo a su estado odioso y se adentra a la cocina —¡No compartiré mi pizza contigo!
Intento no perder la paciencia, pero fallo.
—¡Yo pague por ella, no te queda de otra! — le grito de regreso y voy a mi habitación a guardar el jodido vibrador.
Me pide que le lleve la comida a la sala, y no peleo, este niño acaba con toda mi energía y tan solo me dedico a cumplir sus berrinches hasta que lleguen mis padres.
—¿Sabías que los delfines se drogan con los peces globo? — pregunta Andy, comiendo su pizza con helado sin dejar de ver el documental.
De hecho, sí que lo sé, tuve una etapa donde quise aprender sobre todos los animales del mundo, lo cual me llevo a saber que los delfines se drogan con las toxinas que producen los peces globo al ser golpeados.
Los delfines son monstruos marinos.
—No — le contesto, y el sonríe empezando a hablar acerca de los delfines.
Le pregunto cada cuanto acerca del tema, ya que se ve bastante emocionado. Y no es un secreto el que sus padres no le presten demasiada atención por su trabajo. Todos conocen a los hijos de la señora Hollande, y no son los mejores hijos que digamos.
El documental acaba, junto con su monólogo y saca un libro para colorear de su mochila, y yo me entretengo con mi celular.
Bia <3
¿Salimos?
Nate
Hola nena, ¿nos vemos? ;)
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GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía Oportunidades
RomanceA Cassia Díaz siempre le dijeron que su vida seria emocionante y llenas de aventuras. Sin embargo ella no espera mucho de la vida; Tener una vida normal, un trabajo normal y morir. La llegada del primo de su mejor amigo le mostrará que todo de lo qu...