Capitulo 1

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HACE 8 AÑOS

Mantengo los ojos fijos en la pared tras de ella, y ella mantiene su mirada puesta en mí.

— ¿Cuándo comenzó, Cassia? — pregunta la terapeuta, esperando una respuesta que no llegará.

Todo esto es estúpido, yo no debería estar aquí. 

Debería estar estudiando para un examen, no siendo interrogada por una loquera.

ACTUALIDAD

Alguna vez mi madre dijo, que mi vida estaría llena de oportunidades. Me dijo que tendría la dichosa oportunidad de crecer, la oportunidad de enamorarme y la oportunidad de tener una vida maravillosa.

Me dijo que haría cosas importantes y dejaría una huella en el mundo.

Y una pequeña niña, de tan solo 6 años, le creyó.

«Patrañas.»

Lo que mi madre no me contó, fue que no podría hacer muchas cosas, tampoco me contó que podría llegar a querer algo más.

Porque, ¿qué pasa cuando el crecimiento te parece abrumador?, el amor te hace sentir aburrida por el hecho de ser tan borde y vacío. La vida que te pintaron maravillosa es tan descolorida y lo único que esperas es tu deceso.

­—¡Cassia! 

Me llaman desde abajo, pero estoy tan cómoda que no respondo.

—¡Cassia! — repiten

No se cansan de hablar y cierro el computador mientras camino a paso lento escaleras abajo.

—Estaba dormida — miento 

—Falso — acusa mi padre mientras toma una de mis mejillas y la estruja poniéndola roja, provocando que le dé un manotazo para que la deje en paz

—La señora Hollande traerá a su nieto para que lo cuides — me informa y le ayuda a mamá a ponerse un abrigo

Mis alarmas se encienden al oír eso.

—¿Por qué no se encargan ustedes de él?, ¿saldrán? — inquiero viéndolos con el ceño fruncido de pies a cabeza

—Sí — me sonríe mamá de forma cínica y se acerca a darme un beso en la mejilla que papá estrujo — Suerte con Andy

—¡No! Esperen — me quejo en vano, porque me ignoran deliberadamente y se van lo más rápido que pueden

Pateo el sofá junto a mi cuándo me dejan sola, y un recorrido de dolor viaja de mi pie hasta mi cabeza.

—¡Mierda! — masajeo el pie

Maldigo al sillón, y a ese niño que ha arruinado mi último día de vacaciones. 

No odio a los niños, ni nada por el estilo. Pero hablar del nieto de la señora Hollande es como hablar de un mini demonio, y ella esta tan anciana que no puede con sus travesuras y yo tengo que hacerme cargo.

El timbre suena unos minutos después de estar masajeando mi pie adolorido, recojo mi cabello antes de ir a recibir al pequeño demonio al recordar que una vez casi lo corta cuando me quedé dormida.

No es divertido despertar con un niño en tu espalda y tijeras en mano, creí haber visto al mismísimo chuky, solo que este era de carne y hueso.

«Aún peor»

Llego a la puerta y la señora Hollande me recibe con una sonrisa.

Tenemos una relación estrecha, la veo como la abuela que no tuve, la mía murió cuando yo era muy pequeña y no tengo muchos recuerdos de ella, la señora Hollande me cuido durante mucho tiempo cuando era niña, la diferencia entre ese demonio y yo, era que evitaba darle dolores de cabeza a la señora Sarah.

GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora