La recepción de la academia de Ballet nos recibe, son dos pisos, la planta baja tiene diferentes salones y toda la planta de arriba es balcón donde harán no sé qué cosa.
—¿De dónde conoces este lugar? — le pregunto a Emma, que mira emocionada a todos lados
Yo había buscado otras academias, ella fue la que decidió venir aquí, y se niega a decirme como supo de esta academia.
—Una amiga baila ballet aquí — sonríe mientras me lleva corriendo hacia la recepcionista
—Buenas tardes — nos sonríe la recepcionista —¿Viene a inscribir a la niña?
«Ni que fuera a inscribirme a mi».
Asiento mientras me pide llenar un formulario, Emma se ha ido a ver alrededor y miro el formulario, hay datos que ni siquiera pensé que me pedirían.
¿Cómo carajos sabré su tipo de sangre?.
—Emma — la llamo —¿Qué tipo de sangre eres?
Emma me mira confundida y se encoge de hombros, es obvio que no sabe, y decido poner el mismo tipo de su hermano.
Le entrego el formulario a la recepcionista una vez que acabo con él.
—Vinieron en el día indicado — nos dirige a un salón —Miércoles, jueves y Domingo son las clases de 9 a 12 años
Nos adentramos al salón donde hay un grupo de niñas paradas frente a una baranda, toda una pared es de puro cristal que les permite ver todo lo que hacen.
La recepcionista nos deja con la maestra.
—Buenas tardes — me extiende la mano que no dudo en tomar —Miranda O'Malley, la dueña e instructora de la academia — le devuelvo el saludo y se agacha a conocer a Emma —¿Cómo te llamas linda?
—Emma — le sonríe
—Bien Emma, justo allí está el baño junto a varios trajes de práctica, pueden comprar uno si gustan o pueden usar los aquí, como prefieran
Asiento mientras elijo uno de la talla de Emma.
—Quiero tener el mío propio — susurra
—Lo tendrás — le pico la mejilla y la mando a cambiarse
Miranda la manda a acomodarse junto a las demás y se dirige a mí.
—¿Le gustaría quedarse? La primera vez que vienen las mamás prefieren quedarse a observar
—Si le gustaría — grita Emma desde su lugar por mi
La instructora sonríe, pero me mira esperando una afirmación que llega de inmediato.
—De acuerdo, puedes sentarte aquí — me lleva hacia unas bancas donde está un niño escribiendo en un cuaderno —Él es mi hijo, Cristian, espero no te moleste tener que esperar con él
—Para nada — digo viendo al niño
«Cristian».
Mis sospechas se confirman cuándo volteo a ver disimuladamente a Emma que no deja de ver hacia acá, en especial hacia aquel niño.
Su mamá nos deja solos cuando me siento junto a él, que no tarda en reparar en mí y me saluda.
—Cristian — se presenta igual que su madre extendiendo su mano
—Cassia — respondo tomando su pequeña mano
—Un gusto — dice volviendo a su cuaderno
Habla como todo un adulto.
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GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía Oportunidades
عاطفيةA Cassia Díaz siempre le dijeron que su vida seria emocionante y llenas de aventuras. Sin embargo ella no espera mucho de la vida; Tener una vida normal, un trabajo normal y morir. La llegada del primo de su mejor amigo le mostrará que todo de lo qu...